Cerrar la canilla del plástico en la industria viene siendo uno de los principales focos a solventar esta década, en pos de evitar mayor contaminación y migrar hacia productos amigables con el medioambiente.
Un trabajo arduo, pero que en 2017 un emprendedor argentino decidió tomar la posta para demostrar que se puede hacer buenos productos sin dañar a la madre tierra. Así fue como nació Bond Eyewear, la empresa de moda econativa fundada por Malcolm Rendle que desarrolla gafas de lectura y sol a partir de los desechos de plástico.
Malcolm Rendle, fundador de Bond Eyewear.
“Bond existe hoy en día por la contaminación abismal que se viene generando desde los años 50 cuando explotó el boom del plástico”, cuenta Malcolm y agrega que “estamos yendo contra una corriente y una canilla abierta que es muy difícil cerrarla, pero este producto demuestra que se puede fabricar algo desde de cero sin afectar las próximas generaciones”.
Fomentando la economía circular
Arrancaron con su gama Recycled, gafas hechas de plástico reciclado (con una botella de plástico pueden fabricar un par de gafas) el cual en un principio obtenían mediante recolecciones en el Río de la Plata, pero luego decidieron ir un pasito más allá con el lanzamiento de la campaña Pagá con plástico. De este modo, desde Bond invitan a los clientes -y no clientes- a que traigan sus plásticos para reciclar directamente al local, acumulando un 2% de descuento en un producto Bond por cada kilogramo reciclado. Con esta nueva llegada, desde Bond ya llevan más de 70 toneladas de plástico reciclado.
Cabe mencionar que incluso la línea Recycled es totalmente reciclable, donde el cliente puede ir con sus antiguas gafas al local, reciclarla y obtener un 50% de descuento en otro producto de Bond.
De la tierra al estante, del estante a la tierra
En busca de seguir con este lazo entre el cliente y la naturaleza (bond es la traducción de lazo en inglés) Bond acaba de lanzar su nueva línea BioBased, gafas de calidad hechas de a base de plantas y resina vegetal biodegradables luego de 3 meses.
“La línea BioBased está hecha a base de plantas, si se te caen, si las perdés, si entra en contacto con microorganismos, se biodegrada automáticamente. Al cabo de 3-4 meses empieza el proceso de biodegradación. Viene de la tierra y vuelve a la tierra”, asegura Malcolm.
Además, este material cumple con los requisitos establecidos por la norma ISO 17088: 2012, donde se define como compostable a cualquier material que no solo sea biodegradable, sino que también se desintegre y cuyo proceso dure menos de 3 meses.
¿Cómo se fabrican?
La nueva gama BioBased se materializa mediante materia prima y plastificantes de origen vegetal para concebir la celulosa que será el material clave para la producción de todos los marcos de la colección. En el caso de este material, el nivel de biodegradación supera el 90% después de 115 días de incubación.
Abriendo los ojos a la gente
Año a año Bond fue creciendo e instalándose como una pionera en la moda sustentable de principio a fin, creciendo un promedio de 100% anual y logrando alianzas estratégicas con una de las plantas de reciclaje más grandes del país ante la gran demanda que comenzaron a tener y la necesidad de mejorar procesos para poder con el volumen de reciclado y producción que tienen actualmente.
Con 16 personas en su equipo, entre adminstracion y producción, el horizonte de Bond le sonríe, con el foco puesto en reforzar su posición en el AMBA con nuevos locales y sus canales de venta por internet, generar alianzas con ópticas y comenzar a diversificar el negocio, con nuevo productos reciclados y biodegradables, buscando abrirle los ojos a más personas de que se puede hacer moda, de manera sustentable.