El juez Sergio Moro intentó convencer al empresario de que se allegara al régimen de delación premiada, y la propia familia de Marcelo hizo presión al respecto pero él decidió que no cedería, y lo cierto es que mantuvo su silencio irreductible.
La presión incluyó su casi total incomunicación: sólo podía mantener una reunión de una hora por semana con su abogado.
La sentencia del juez Sergio Moro también recayó sobre otros dos exdirectivos de Odebrecht, Márcio Faria e Rogério Araújo, mientras que Alexandrino Alencar fue condenado a 15 años y siete meses de cárcel y César Ramos Rocha, a 9 años y 10 meses, según informaron medios brasileños.