Sin ningún disimulo, la Fundación Mediterránea mostró este jueves públicamente su alineamiento detrás del proyecto de la candidatura presidencial que -paradójicamente- menos mide hoy por hoy en la opinión pública.
“Es una apuesta a perdedor”, decía en los pasillos un empresario incómodo con el montaje de (casi) un acto partidario de Juntos por el Cambio.
Presentada como “la gran política argentina” por las autoridades de la Mediterránea, lo cierto es que el discurso de Bullrich dejó poco y nada de definiciones. Apenas la palabra “orden” y el anuncio de programa “heterodoxo y ortodoxo” (sic) que reivindica el comercio administrado.
Qué dijo Melco
No mucho más se pudo rescatar -en lo conceptual- del discurso de Carlos Melconián que -en cambio- sí fue más vibrante en lo formal, con las inflexiones de voz que caracterizan al titular del IERAL.
Melco habló de un “plan de estabilización que devuelva el horizonte”, con respeto a la propiedad y la inversión privada: “Tenemos un plan realista, implementable, práctico y no dogmático: no estamos frente a un salto al vacío”.
Hacia afuera, el evento de “Voces Federales” marcó formalmente la integración del IERAL de la Fundación Mediterránea a los equipos técnicos de Juntos por el Cambio, un “tanque” (la definición es de Melconian) que aglutina unos 60 profesionales para la conducción de las áreas económicas en un hipotético gobierno de Juntos por el Cambio.