La empresa que fundó Antonio Mauri va camino a los 30 años. Desde entonces son especialistas en pollos y productos derivados. Pero también se animan a más.
“Al comienzo de nuestra historia vendíamos solamente pollos. Desde el año pasado venimos incorporando algunos otros productos como carne envasada al vacío, huevos agroecológicos, artículos de almacén, una línea de aceite de oliva, fiambres y quesos, mariscos y pescado. Porque la gente quiere entrar en un lugar y encontrar todo”, explica Roger Mauri, hijo de Antonio y gerente comercial de Reina Alba.
La pyme cordobesa dispone de una planta que procesa 25.000 kilos de pollo al mes y 13 locales (algunos propios y otros franquiciados). La pandemia los llevó a reconfigurar un poco sus negocios y enfocarse en el canal digital. “Era algo que veníamos haciendo tibiamente y a partir de la pandemia aceleramos”, señala Mauri.
Cuentan con una tienda digital en la que se pueden encontrar sus productos y combos especiales que, según Mauri “son un éxito” porque la gente resuelve varias comidas en una sola compra.
Además, apostaron al marketing digital a través de las redes para incentivar sus ventas en el canal online. Todos sus puntos de venta trabajan con take away y logística propia, y algunos con las aplicaciones de delivery.
Por ahora sus puntos de venta está en la Ciudad de Córdoba y Villa Allende. Sin embargo, su sueño es llegar con la marca a otras provincias y están trabajando en esa línea. Aunque por ahora solo es un proyecto planean llevar la marca y una pequeña planta a Rosario, Santa Fe.
¿Cuál es la inversión para un local de Reina Alba?
La marca ofrece un solo formato de franquicia que ronda el $ 1.200.000.
“La perspectiva de este año es ofrecer la franquicia y seguir desarrollando el canal digital”, concluye.