Meses atrás, McDonald's comenzó a tecnificar sus locales en la Argentina con el objetivo de ofrecerle a sus clientes la posibilidad de realizar compras por sí solos.
Poco a poco, las sucursales se llenaron de innovadores kioscos de autogestión de pedidos con tecnología touch screen, donde los consumidores pueden explorar las diferentes opciones de comida, personalizar el menú y realizar digitalmente las órdenes y los pagos, sin la necesidad de ser asistidos por empleados de la firma.
Con este formato denominado Experiencia del futuro, la marca, que en el país funciona como franquicia bajo la operación de la empresa Arcos Dorados, busca consolidar su posición de liderazgo en el mercado y ganarle terreno a su competencia.
Pese a que la mecanización avanza rápidamente en el negocio del fast food, mediante la mayor incorporación de infraestructura tecnológica en los puntos de venta, desde Arcos Dorados Argentina descartan que la creciente robotización eliminará puestos de trabajo en la compañía.
“Nos esforzamos en revertir la imagen de empleado robotizado y transformarla en la de una persona que está al servicio de las necesidades de quienes visitan nuestros locales”, sostiene Diego Benenzon, VP de Recursos Humanos de la empresa en América latina, y agrega que están reeducando al personal “para que empiece a pensar en la atención al cliente como una experiencia integral y no sólo desde atrás de una caja, donde las funciones son limitadas”.
"Somos el principal empleador de jóvenes en el país y, en la actualidad, más del 85% de la fuerza laboral de McDonald’s tiene entre 16 y 24 años. Para la mayoría de estos chicos, este trabajo se trata de su primera experiencia laboral formal. Por eso, es importante prepararlos para el futuro", aclara el vicepresidente de Recursos Humanos regional.
En esta batalla contra la automatización de tareas, la multinacional se propone trabajar en resaltar la individualidad de sus colaboradores. Para eso, Benenzon cuenta que intentan romper con paradigmas establecidos como la retención del talento y la organización por medio de una estructura jerárquica.
“La idea de retener a un colaborador es algo arcaico y con una connotación negativa. Generalmente, las empresas suelen otorgarles a sus empleados beneficios u otro tipo de estímulos que les resulten atractivos para quedarse”, explica el ejecutivo en diálogo con El Cronista, y asegura que se debe hacer hincapié en el engagement.
¿Cómo generarlo? Benenzon ejemplifica con dos acciones que está llevando adelante la firma. “Tenemos un programa llamado Becamos tu pasión, que apoya actividades recreativas que practican nuestros empleados, independientemente de si ese espacio de ocio tiene o no que ver con las actividades de la empresa. No lo vemos como un gasto, sino como un incentivo”, detalla el directivo.
El otro mecanismo mediante el cual Arcos Dorados busca crear engagement consta de un relevamiento online periódico que la corporación efectúa en el que evalúa el clima laboral. “La finalidad es obtener un termómetro de cómo se sienten nuestros colaboradores para así entender sus necesidades y actuar acorde a ellas”, comenta Benenzon. La empresa ideó una plataforma a través del cual gestiona estos testeos.
De cara al mundo laboral que se avecina, la firma también está reorganizando su estructura hacia una menos rígida y más ágil. “Estamos reconvirtiendo algunas áreas para crear células de trabajo dinámicas”, concluye.
Arcos Dorados también está comprometida en la generación de conocimiento sobre las últimas tendencias del sector. En 2018, en un evento que realizó la empresa, más de 500 personas se dieron cita en La Rural con el objetivo de pensar de forma conjunta el futuro del trabajo en el primer Creatón, una iniciativa de la que surgió el libro Creatones. Protagonistas de la experiencia que vendrá.
El texto sirve como una guía que busca acompañar el proceso de revisión y reconstrucción del mundo laboral en tiempos donde las empresas deben adaptarse cada vez más a los cambios que se vienen.