En una jugada de alto impacto diplomático. Como fuerte señal hacia la defensa regional, el gobierno de Alberto Fernández encaró en las últimas semanas diferentes negociaciones con Estados Unidos, China, India y Dinamarca para alcanzar un objetivo único: equipar a las Fuerzas Armadas de aviones de combate, eludiendo en esta compra un veto británico que impide a la Argentina adquirir equipamiento militar que tengan repuestos del Reino Unido.
La maniobra disuasoria fue encomendada a todas las Fuerzas Armadas por parte del ministro de Defensa Jorge Taiana con la intención de dejar atrás el bloqueo que recibe la Argentina desde la guerra de Malvinas en 1982 de parte de Londres a la hora de intentar la compra de equipamiento militar que contenga repuestos ingleses.
Según confiaron a El Cronista fuentes calificadas de la Casa Rosada, la Cancillería y el Ministerio de Defensa la decisión del Gobierno es avanzar en la adquisición de aviones de combate para reemplazar los Mirage de la Fuerza Aérea. El problema es que en algunos de los países en los que se lleva adelante estudios para la compra de equipamientos aparece el tema del veto de Londres para la adquisición por tener repuestos británicos.
Para eludir este bloqueo el Ministerio de Defensa analiza varias alternativas y ya entabló negociaciones diplomáticas para poder comprar los aviones a pesar del bloqueo inglés.
Por lo pronto el secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa, Francisco Cafiero, se reunió la semana pasada con el subsecretario adjunto para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Daniel Erikson, como parte de la XX Reunión del Grupo de Trabajo Bilateral en Defensa Argentina- Estados Unidos de América.
Según indicaron fuentes de Defensa, durante ese encuentro Cafiero le pidió a Erikson que la administración norteamericana trate de disuadir a Gran Bretaña de eliminar el veto para la Argentina.
Pedido sin respuesta
"La recuperación de capacidades del instrumento militar a través del Fondef (ley del Fondo Nacional para la Defensa) no es una política armamentista orientada a la cuestión Malvinas", aclaró Cafiero al enviado del Pentágono. Se trata más bien de destrabar una compra que desde hace tiempo quiere hacer la Argentina a Estados Unidos para adquirir entre 12 y 18 aviones norteamericanos caza F-18 Hornet y F-16 para reemplazar el Mirage.
En el presupuesto del Ministerio de Defensa figura un crédito inicial de 600 millones de dólares para avanzar con esta compra de aviones. Así se lo transmitió el Gobierno al funcionario del Pentágono.
El mismo pedido a Washington para persuadir a Londres hizo en abril pasado la vicepresidenta Cristina Kirchner cuando recibió en su oficina del Senado a la jefa del Comando Sur, Laura Richardson. Hasta ahora no hay respuesta de la administración norteamericana a los reclamos que extendió la Argentina a Gran Bretaña vía Estados Unidos.
Un alto funcionario de Defensa se mostró pesimista respecto de la decisión de Washington de interceder por Argentina para persuadir a Gran Bretaña de eliminar el veto. "Estos países son socios históricos y Estados Unidos no hará mucho por cambiar una postura de Londres", dijo a El Cronista la fuente consultada.
En paralelo a estas negociaciones el Ministerio de Defensa envió la semana pasada una misión especial de la Fuerza Aérea a Dinamarca para analizar una propuesta de aviones F16 también norteamericanos que utilizan los militares daneses. "Se están viendo con Dinamarca todas las posibilidades para evitar el bloqueo británico", comentó a El Cronista un allegado al ministro Taiana.
Así, la delegación de la Fuerza Aérea que viajó a Dinamarca evalúa si el lote que se le podría comprar a ese país sería una alternativa razonable para evitar las sanciones de Londres.
Otras acciones en marcha
A la vez, en las Fuerzas Armadas se trabaja otras dos líneas de acción. Una de ellas tiene que ver con las negociaciones con la empresa estatal de la India, Hindustan Aeronautics Limited (HAL)que ofreció sus aeronaves LCA Tejas Mk1A.
El presidente de HAL, Madhavan, expuso que si la Argentina finalmente elige la oferta India por 12 aviones, la compañía podría reemplazar distintos componentes importantes que hasta ahora son de origen británico. Entre estos cambios se mencionan unos 50 "grandes y pequeños componentes" como la sonda de reabastecimiento, el cono de nariz de cuarzo y los asientos de eyección Martin-Baker con otras alternativas para elidir el bloqueo de Londres a la Argentina.
Por último, se trabaja en la idea de comprar a China los JF-17 Thunder que el gobierno de Xi Jinping busca venderle a la Argentina. Como adelantó El Cronista, en mayo pasado viajó a Beijing una delegación de pilotos y oficiales de la Fuerza Aérea Argentina quienes probaron en los aviones de combate producidos en la Corporación estatal Catic. En este caso, se trata de aviones que no tienen componente británico alguno.
Entre todas las opciones que se están analizando no hay ninguna cerrada por completo. "Todo está bajo estudio pero hay una decisión del más alto nivel del Gobierno de avanzar de una vez con la compra de aviones de combate, dejar atrás el veto británico y dar una señal de soberanía", dijo un destacado funcionario del Gobierno al sustentar las maniobras en marcha.