La cerveza Skol es uno de los ícono de la industria en Brasil, que mueve más de 277.400 millones de reales al año, según Euromonitor. Resulta imposible no viajar a una de sus playas y no ver las mesas y paradores repletos de sus latas y botellas. Si bien esta marca, junto a Brahma, domina el negocio cervecero en el mercado brasileño, en realidad sus orígenes están lejos de Sudamérica.
En Burton upon Trent, una localidad inglesa que se encuentra en las orillas del río Trent, la cervecera Samuel Allsopp & Sons luchaba para mantenerse a flote a principios del siglo XX. Su último emprendimiento, una moderna y gran fábrica de lager, no había funcionado. La compañía entró en bancarrota en 1913 y mudó su producción a Alloa, una pequeña ciudad en Escocia.
La nueva administración trajo una época de prosperidad para la empresa que se recuperó y se fusionó con otras cerveceras. Una de ellas fue Ind Coop con la que conformaron Ind Coop & Alssopp en 1934. En 1959 la firma lanzó al mercado Graham's Skol Lager. Eligieron esta palabra porque, en esa época, los fabricantes de cerveza solían darle nombres relacionados con otros países a sus marcas para darles un aura internacional ("Skål" era la palabra que acompañaba los brindis en la cultura escandinava).
Poco después simplificaron la marca a Skol. A su vez, en 1961, la empresa se fusionó con otros dos rivales británicos, Tetley's y Ansells' y juntos formaron Allied Breweries. Su plan era vender esta cerveza por toda Europa, sin embargo, el presidente de Francia, Charles de Gaulle vetó el ingreso del Reino Unido a la Comunidad Económica Europea. Entonces decidieron apuntar a otros mercados.
NUESTRO MERCADO: EL MUNDO
Desde 1958, la firma tenía una alianza técnica con la cervecera canadiense John Labatt. En lugar de exportar Skol a todo el mundo, optaron por producirla en diversos países y que cada uno la adopte como cerveza local. Al acuerdo de fabricación también se sumaron la sueca Pripp-Bryggerierna y la belga Unibra, que se encargaba del mercado africano. De esta manera, las cuatro conformaron Skol International Limited en 1964.
Al año siguiente, Skol lanzó la primera lata en lo que ahora se conoce como la República Democrática del Congo. En 1967 empezó a venderse en Brasil a través de una sociedad con el grupo Caracú. Para ese año, la marca se producía en 20 cervecerías de 14 países del mundo.
BOOM EN BRASIL
En el mercado brasileño innovó siendo la primera etiqueta en presentar una lata de hojalata en 1971. Y en 1989 lanzaron la versión de aluminio. Se producía en una fábrica ubicada en Manaos con capacidad para 600.000 barriles por año. En 1989 Caracú pasó a manos de Brahma y hoy la licencia de la marca en Brasil la tiene el grupo AB InBev.
Fue tal el impacto de Skol entre los consumidores brasileños que incluso llegó a ganarle a Brahma, una de las marcas locales ícono. Hoy, según Euromonitor, en 2022 se consumieron 15.400 millones de litros de cerveza en Brasil y estas dos marcas continúan disputándose el primer puesto. No obstante, ambas pertenecen al mismo holding.
Por su parte, la compañía siguió creciendo en África y en los 80 vendía 139 millones de botellas por año. Luego construyó más fábricas y se expandió a otros países, como Ruanda, Madagascar y Guinea. En tanto, en 1992 el grupo Carlsberg se quedó con Allied Breweries y desde entonces controla Skol en Europa y Asia.