La compleja situación económica de Carrefour, la principal cadena de supermercados con 18.000 empleados y más de 580 sucursales, que luego de tres años de pérdidas presentó la semana pasada un Proceso Preventivo de Crisis ante el Ministerio de Trabajo, encendió las alarmas sobre los problemas de rentabilidad de todo el sector supermercadista.
Más de dos años de caída en el consumo, presión impositiva y cambios en los hábitos en los consumidores con preferencia por otros formatos como mayoristas son algunas de las razones que impulsaron la caída de rentabilidad de las principales cadenas de supermercados, estimada en promedio en dos puntos durante el año pasado, según fuentes del sector.
Todas las cadenas estamos perdiendo plata. Con uno o dos años de rentabilidad negativa y de fuerte caída de volumen. Y no es un tema de formato, cuando mirás los balances de los proveedores tienen los mismos resultados de caída en el volumen, se sinceró un directivo de una de las principales cadenas. Hay una caída del consumo y al mismo tiempo van floreciendo cosas negativas como la informalidad, que crece y hoy llega al 40%, y una presión impositiva inaudita. El Gobierno planteó una reforma tributaria que iba a promover las inversiones y al subir ingresos brutos en 14 provincias las pulverizó, agregó.
En los inversiones dos años, el formato que perdió más peso es el de los hipermercados, que pasó de 15,3% de market share a 13,6%, de acuerdo a un relevamiento de Kantar Worldpanel. Los supermercados pasaron de 22,9% a 22,4%. Y los que más crecieron fueron los mayoristas (de 6,9% a 9,2%) y los almacenes y kioscos (13,4%).
Además de que el consumo masivo está deprimido, hay tendencias que trascienden lo que pasa en la Argentina, cada vez se hacen compras más chicas, lo que llevó a una situación compleja a todo el supermercadismo. En 2017, los únicos formatos que crecieron fueron almacenes, sobretodo en el conurbano con un target particular de compra chica de mucha frecuencia, y los mayoristas, explicó Juan Manuel Primbas, managing director de Kantar Worldpanel. Luego de caídas de 4% en 2016 y 2% en 2017, no se espera una recuperación del consumo masivo para este año, con proyecciones de cerrar 2018 en cero o apenas 1% arriba.
Varias cadenas están orientando estrategias a recuperar el mercado perdido frente a los mayoristas. Walmart, por ejemplo, ofrece en uno de sus supermercados precios iguales al mayoristas en las ventas de mayor volumen.
La caída del consumo más la presión del canal tradicional o los almacenes de barrio, que empezaron a ganar participación a partir de ofrecer mejores precios en un mercado más informal, la presión impositiva y el aumento de los servicios públicos que antes era un gasto más y que ahora es una línea de gasto enorme, empujaron a todo el sector a una realidad muy compleja, explicaron desde otra de las cadenas y advirtieron que los servicios públicos ya ocupa el segundo lugar entre los costos, luego del laboral.
El año pasado, la mitad de las grandes cadenas de consumo masivo terminaron en números rojos, según fuentes del sector, pero algunas lograron pilotear mejor la situación. Las que no terminaron en números rojos son las que tienen activos de real estate y con eso pudieron compensaron las pérdidas. También otras que continuaron con su misma política comercial de descuentos, y les funcionó, y las cadenas de discount tampoco tuvieron grandes cambios, aunque se esperaba que les fuera mejor, concluyó.
Reunión entre Carrefour y el Gobierno
El Gobierno convocó para esta semana a una reunión con Carrefour y representantes de los sindicatos. La cadena llegó a la Argentina en la década del 80 y se hizo fuerte en hipermercados.
Luego sumó a las marcas Norte y Eki, también con grandes superficies. En los últimos años buscó reconvertirse con los minimercados de proximidad, Carrefour Express, y la transformación de algunos de sus hiper en mayoristas.
Sin embargo, con esta estrategia exitosa en un primer momento no habrían logrado los resultados buscados. Ahora tienen altos costos de alquiler, en barrios como Recoleta o Caballito, y costos logísticos ya que no cuentan con depósitos propios, explicó una fuente del sector.