En medio de una crisis de la industria del calzado en general, con cierres de fábricas, caída de ventas y procedimientos preventivos en curso, los segmentos urbano y deportivoaparecen como oasis en medio del desierto. Entre promesas e inversiones ya realizadas, hay más de $ 100 millones destinados a marcas que aterrizan (de nuevo) en la Argentina, expansiones, locales propios e incluso fabricación local.
Después de cuatro años fuera del mercado argentino, la estadounidense Avia, dedicado al segmento de wellness y fitness, retornó luego de que la distribuidora mayorista local Latin Shoes se quedará con la licencia por cinco años. La primera colección vio la luz en el invierno de este año luego de un desembolso de $ 20 millones, entre inversión en producto y marketing.
"Teníamos interés en explorar esta nueva unidad de negocios porque nos parecía que el deporte se estaba metiendo en la vida cotidiana de los argentinos", afirmó Carla Sage, jefa de producto de la empresa, en diálogo con El Cronista. Actualmente, la marca originaria de Oregon se distribuye en cadenas deportivas, aunque el próximo años planean abrir locales propios -tienen abiertas 110 cuentas mayoristas-, lo que demandaría otra tanda de inversión.
La mitad de la producción se realizará en China, al igual que lo hace la casa matriz, mientras que la otra parte se dividirá entre Brasil y Argentina, donde trabajan con tres talleres tercerizados en el Gran Buenos Aires. Sage explicó: "Es bueno para diversificar el riesgo, sobretodo en este contexto. Los precios estarán un 30% por debajo de las números uno". Para este año esperan vender 100.000 pares y que esta cifra crezca un 20% en 2020.
Otra que no estaba presente desde hace cuatro años en la escena local es Pony . La marca regresó esta temporada de la mano de la brasileña Coopershoes. La firma realizó una preventa de 80.000 pares todos producidos en Brasil, sin embargo, está ejecutando un plan de inversión de $ 6 millones para adaptar las líneas de producción de su fábrica en Las Flores para elaborarlas en el país. Estiman alcanzar los 150.000 pares vendidos para fin de año y superar los 250.000 en 2020.
Un caso particular es el de la marca de calzado skater Fallen. La misma había salido del mercado local en 2016 tras años en caída pos crisis económica. El encargado de revivirla y volver a impulsarla, no solo en el país sino que también a nivel global fue un argentino. Ronnie Mazzei, fundador de la distribuidora Town Connection, compró la marca y lleva invertidos más de $ 15 millones en su posicionamiento.
La compañía local había estado a cargo de la licencia en el país desde 2011, pero ahora se encargará de producir y distribuirla a nivel global. Si bien el principal foco del negocio estará puesto en California, Fallen cuenta con siete puntos de venta en la Argentina y fabricará localmente todo lo que venda en el mercado argentino.
A nivel mundial, Under Armour es uno de los principales players del mercado de la indumentaria deportiva, aunque en el país recién comenzó a operar de manera independiente desde 2018. Para competirle a Adidas y Nike abrió su primer local, ubicado en el Unicenter, y proyecta tener 10 sucursales más. "La gente está haciendo más deporte, es una industria que crece", señaló Manuel Ovalle, VP managing director para la región. Asimismo, en el mismo centro comercial, la italiana FILA, en manos del Grupo Dass, también levantó la persiana de su local propio con un desembolso cercano a los $ 15 millones.
Con una extensa trayectoria en el negocio, John Foos optó por la renovación digital y lanzó su nueva tienda virtual para impulsar las ventas. "Me va a servir también como un laboratorio, para saber qué funciona y qué no y luego aplicarlo en el B2B para atender a mis clientes", menciona Miguel Fosati, dueño de la compañía, en comunicación con este medio. Para el quinquenio 2018-2013, la marca invertirá u$s 2,3 millones, aunque para este año pronostica una caída del 20% en su facturación.
"El 100% de la producción se hace acá en tres fábricas que tenemos en Beccar, además, hoy estamos teniendo demanda en Bolivia, Perú, Paraguay y Uruguay y estoy entrando en Brasil", precisó el empresario que proyecta vender 800.000 pares de zapatillas este año y facturar $ 600 millones
"Hoy vemos un leve repunte por el lado de las fábricas porque se empiezan a preparar para la temporada de verano, pero la realidad es que hoy las marcas de calzado deportivo están achicando sus producciones", comenta Moschetto. Y sentencia: "Con este panorama es más complicado que surjan marcas nacionales, se están reforzando las internacionales pero para las locales se complica".