En Argentina, el acceso a la vivienda refleja un gran desafío, que persiste desde hace al menos dos décadas, para los jóvenes que buscan emanciparse de sus padres o abuelos. Un 38% de los jóvenes de entre 25 y 35 años aún viven con ellos.
La Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (ENGHo) del Indec muestra que en 2004, el 35% de los jóvenes en ese rango de edad no logró emanciparse, lo que equivalía a cerca de 2 millones de personas. Aunque esta cifra se redujo a 31% en 2012, es decir el número de jóvenes no emancipados bajó hasta 1.7 millones y volvió a aumentar a 39,1% en 2016, que se mantuvo en un promedio cercano al 39%. El último dato disponible, es de 2023 en que se registró 2.3 millones de jóvenes no emancipados, que equivale al 37% del total.
Este estancamiento en la emancipación plantea un problema a futuro que sugiere una demanda insatisfecha de vivienda, en parte debido a ingresos insuficientes o falta de ahorros para cubrir los costos de independencia. Este ciclo vicioso también afecta al sector de la construcción, que, al no percibir a estos jóvenes como potenciales demandantes, reduce la oferta habitacional.
El acceso a la vivienda según la ubicación
El acceso a la vivienda varía significativamente en función de la ubicación. En las provincias del norte de Argentina, la falta de recursos es más pronunciada, lo que dificulta aún más la emancipación. En contraste, en la Ciudad de Buenos Aires, los jóvenes presentan tasas de no emancipación considerablemente más bajas, debido a mayores ingresos y un mercado de alquileres más desarrollado, a pesar de los altos costos de alquiler y precios de inmuebles.
Las ciudades universitarias y productivas atraen a jóvenes ya emancipados, lo que reduce el porcentaje de no emancipados en estas áreas. Por otro lado, las provincias con mercados laborales menos dinámicos y sin importantes centros educativos enfrentan mayores desafíos para ofrecer alternativas de vivienda.
Las oportunidades laborales, educativas y culturales son factores clave para la migración en esta etapa de la vida. En el sur de Argentina, las tasas de emancipación son más altas, probablemente debido a la migración laboral en lugares como Vaca Muerta, en Neuquén, o Tierra del Fuego, donde los ingresos promedio son significativamente altos.
Argentina en comparación a nivel internacional
En Estados Unidos, el porcentaje de jóvenes que viven en la casa familiar creció del 20% al 30% entre 1999 y 2014. En Europa, la situación es variable: Países Bajos y Alemania tienen porcentajes bajos (11% y 13%, respectivamente), entre 2006 y 2022. Para el mismo periodo, en cambio, en Francia se duplicó de 8% a 15% y en Reino Unido subió levemente de 13% al 16% de jóvenes no emancipados. Mientras que en Italia, el porcentaje es mucho más alto, alcanzando el 52%.
Para igualar los niveles de emancipación de países como Países Bajos o Alemania, Argentina necesitaría reducir en al menos un millón el número de jóvenes no emancipados, para asegurar un acceso equitativo a la vivienda.