El sector agropecuario es el principal proveedor de dólares de nuestro país. Si no estuviéramos en cuarentena y pasaras por algún campo verías las máquinas cosechando soja, el producto con más participación en las exportaciones del país. Mientras tanto los productores también esperan que los maíces “maduren” para arrancar la cosecha.
Al mismo tiempo, quienes se decidieron por los cultivos de invierno se preparan para ir largando la campaña fina que corresponde a la siembra de trigo y cebada.
Con lo que respecta a cultivos de verano: “Se espera que sea una campaña relativamente buena, aunque no tan buena como fue la del año pasado y con precios un 10% abajo de lo que fue 2019”, comentó respecto de los cultivos de verano David Miazzo, economista jefe de FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina).
En cuanto a la baja de los precios, el maíz se vio más afectado que la soja a causa de la caída del precio del petróleo, al que está vinculado por el bioetanol.
Tanto desde FADA como desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires pronostican una buena campaña de trigo. “Es el único cultivo que resiste la tendencia bajista de los mercados internacionales”, señaló Juan Pablo Gianatiempo, economista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, durante el lanzamiento virtual de la campaña fina 2020/21. A diferencia de la soja y el maíz, el precio del trigo se ubica por encima del valor de la campaña pasada.
Esto hace que se incremente la superficie a sembrar que estaría, según los datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en 6.8 millones de has (lo que representa un incremento del 3%). Estiman que eso representará una producción de 21 millones de tn, “récord de producción histórica para trigo”, remarcaron.
Ahora bien, ¿cuánto queda sin vender?
Según datos proporcionados por la Bolsa de Cereales de Córdoba entre soja, maíz y trigo el valor bruto de lo que resta liquidar es de US$ 9.508 millones.
Fuente: Bolsa de Cereales de Córdoba