Mientras en Chile el Bon o Bon -el producto insignia de Arcor- tiene tres etiquetas negras, en Argentina la empresa lo rotula con un "Tu Porción Justa".
¿Cómo es posible que el mismo producto reciba de parte de las autoridades de Chile altas advertencias por su composición en azúcar, calorías y grasas saturadas y en Argentina se venda como "Tu Porción Justa"?
Es la magia del marketing y la defensa a ultranza de una mirada del consumo que privilegia la lógica empresaria sobre los valores de salud pública.
La ley de etiquetado de alimentos que Chile logró aprobar (pese a un fuerte lobby de la industria), parece marcar el camino correcto a la hora de informar a los consumidores sobre qué comen. Uruguay se inclina por una norma similar y en Argentina la industria ya está jugando sus fichas para impedirla (si se puede), suavizarla (como objetivo medio) y/o demorarla lo más que se pueda (como viene sucediendo).
En ese camino, Arcor dio un paso -quizás- demasiado largo. Lanzó el programa “Tu Porción Justa” que -según la empresa- "ayuda a que las personas reconozcan fácilmente, a través de un logo, cuál es la cantidad de ingesta sugerida de los alimentos que se consumen como colaciones".
Con esa etiqueta rotuló a su producto insignia, el Bon o Bon, que en Chile recibe triple advertencia:
- Alto en Azúcares
- Alto en Grasas Saturadas
- Alto en Calorías
La mirada de Arcor es que un Bon o Bon no es dañino para la salud, de la misma manera que una empresa tabacalera podría sostener que el cuerpo humano puede lidiar con los tóxicos que deja fumar un cigarrillo por día. Es pisar un borde muy delgado.
"Desde 2016, Arcor trabaja en una estrategia que tiene como foco la alimentación y hábitos de vida saludables, que se plasma en la innovación científica, en acciones tendientes a educar e informar sobre hábitos de vida saludables y en la adecuación del portfolio de productos... De esta manera y con la convicción de que alimentarse es nutrirse, gratificarse y vincularse, Grupo Arcor promueve hábitos de vida saludables basados en una alimentación variada y equilibrada", es el discurso oficial de la multinacional argentina.
La estrategia de Arcor parece ir en sentido inverso al de Coca-Cola: mientras la fabricante de aguas gaseosas impulsa a sus consumidores a dejar las variedades de sus bebidas con azúcar por versiones libres o bajas en ese insumo, Arcor defiende el consumo de azúcar a capa y espada y se respalda en las "gratificaciones" que traen añadidos estos consumos.