Entre el 2014 y el 2019, las industrias intensivas en marcas aportaron el 26,8% de este total, seguidas de las industrias intensivas en derechos de autor (15,3%), diseño (15,1%) y patentes (13,5%), además de aportes de alrededor de 1% de las industrias relacionadas con indicaciones geográficas y variedades vegetales.
Otro punto a destacar es la existencia de 180 industrias intensivas en derechos de propiedad intelectual (DPI) en Argentina y, de estas, el 57% son intensivas en más de un derecho de P.I. Estas industrias han desempeñado un rol clave en las operaciones de comercio exterior en el país, con el 56,4% de las exportaciones y el 81% de las importaciones.
“Una parte importante de las industrias en Argentina utiliza los DPI de manera combinada y esto, en consecuencia, genera valor agregado de forma sostenida. Estas industrias emplearon directamente a casi tres millones de personas por año y tienen la posibilidad de pagar salarios más altos”, reflexiona Pedro Duarte Guimarães, líder de proyecto de IP Key América Latina.
Las industrias intensivas en marcas son las que más contribuyeron, con el 25,3% de los empleados, seguidas de las industrias intensivas en derechos de autor (18,4%), diseño (16,7%) y patentes (14,6%), mientras que las industrias intensivas en variedades vegetales y en indicaciones geográficas contribuyeron con menos del 1% cada una. Y, tal como implica Duarte, los salarios fueron más altos que en otras industrias, con una prima salarial del 9% en promedio, que llegó hasta 45% en las industrias intensivas en variedades vegetales.
“El estudio permite pues concluir que las industrias intensivas en DPI son de un valor exponencial para las economías. Que es necesario y productivo generar inversión, registro y protección de la Propiedad Intelectual en todos los niveles de la economía argentina”, remata Duarte.