¿Es la economía o es la política, estúpido? Toda elección tienen una conjunción de elementos políticos y económicos y desde el IERAL construyeron un interesante indicador “global” que pondera el comportamiento del nivel de actividad, el empleo, el salario, el crédito y la inflación.
La serie que inicia en 2001 tiene su piso precisamente ese año (0,90) y asciende hasta 1,10 en 2005 (gráfico). Así las cosas, se podría decir que con un índice económico debajo de 1, el oficialismo tiende a perder (excepto en 2013 y 2015, cuando posiblemente primó el hartazgo hacia el kirchnerismo, aunque la economía no estaba “tan” mal).
A la inversa, cuando el indicador supera el 1,05 los oficialismos ganan.
Para ponerle más dramatismo a las próximas presidenciales, el modelo del IERAL muestra que la economía argentina llegaría a octubre en valores del 1,04, el mismo escenario con el que Scioli (oficialismo) perdió en segunda vuelta por escaso margen.
En un trabajo que firma Gustavo Reyes, “el indicador del IERAL que capta el factor económico previo a cada proceso electoral muestra que la economía alcanzaría el período electoral mejor que en la mayoría de los períodos donde perdió el oficialismo en los últimos 18 años pero peor que en todos aquellos donde resultó ganador”.
Y se explaya: “Dado que las herramientas de política económica disponibles son bastante limitadas, el oficialismo probablemente necesitará de factores adicionales al estado de la economía para obtener un triunfo en las próximas elecciones”.
El indicador utiliza solamente cinco variables económicas para captar el factor económico previo a cada proceso electoral: la evolución de la actividad económica, de la tasa de inflación, la dinámica del empleo, del poder adquisitivo de los salarios y del crédito total al sector privado.
¿Llega la economía a las elecciones de 2019 mejor o peor que en otros períodos eleccionarios?
Teniendo en cuenta las proyecciones del escenario base para el III trimestre de este año, el indicador global de la situación económica muestra que la economía estaría llegando a las elecciones de la siguiente manera:
- en mejor forma que en 2001, 2009 y 2013 (donde el oficialismo resultó perdedor),
- de forma muy similar al 2014 (donde el oficialismo resultó perdedor),
- peor que los períodos donde el oficialismo resultó ganador (2003, 2005, 2007, 2011 y 2017).
Si cupiera el término, la economía será “neutral” en el trimestre de las presidenciales y el balotaje, con lo cual la balanza final del “súperclásico” MM vs. CFK se definiría más en el terreno de la política y la construcción de un discurso que explique que el vaso está medio lleno y no medio vacío.
(Informe completo aquí)