“El 31 de diciembre suele ser para las empresas la fecha en la que se cierra el balance contable, y es el momento en el que todas tienen que parar la pelota, sacar una foto y decir ‘dónde estamos parados, qué activos tenemos, qué pasivos tenemos, para dónde vamos…’, y las personas solemos hacerlo pero nos solemos centrar más en temas personales, si estoy bien, si estoy mal... pero al menos en Latinoamérica no tendemos a pensar en el tema también incorporando lo patrimonial”, nos cuenta Juan Cruz Acosta Güemes, director de SFI Servicios Fiduciarios y especialista en planificación y protección patrimonial.
El estado de ánimo, la salud, las relaciones afectivas, la situación laboral, entre otras cosas, suelen formar parte del balance personal que se hace en esta época del año, y esto se suele hacer casi intuitivamente, sin mucho orden y sin un plan preestablecido. Pero Acosta Güemes insiste en que vendría muy bien adoptar la costumbre de agregar aspectos patrimoniales a ese balance personal de fin de año.
“Así como las empresas toman una `foto´ de sus activos y pasivos a fin de año, las personas tendríamos que hacer lo mismo, y plantearnos; ¿qué patrimonio tengo?, ¿lo hice crecer en el año?, ¿qué pasaría si tengo una emergencia?, ¿me pagan lo suficiente en mi trabajo?, ¿puedo gastar un poco menos?, ¿puedo ahorrar un poco más?, ¿cuánta planta debo?, y si la debo, ¿cómo hago para reducir esa deuda?”, agrega al respecto Acosta Güemes.
¿Qué tiene que pasar para que nuestro patrimonio sea positivo? El valor de lo que poseemos debe ser mayor a la suma de nuestras deudas. Las deudas financieras (especialmente las de tarjeta de crédito) pueden arruinar el patrimonio si no se tienen bajo control. “A la hora de tener un patrimonio sano, es esencial estar lo más libre posible de deudas. Pagar intereses innecesarios es una forma evitable de perder dinero”, explica Acosta Güemes.
¿Qué tipo de deuda se puede evitar en esta época del año? “Uno gasta mucho en el tema de las vacaciones, las fiestas navideñas, los regalos, por ahí más de lo que tiene, y esa deuda se acarrea hasta el año siguiente, y seguramente si es una deuda con tarjeta de crédito, que es la más común, si no completás esos pagos lo más rápido posible te van a empezar a correr muchos más intereses”, menciona Juan Cruz.
“En la medida en que uno pueda, uno tiene que vivir con lo que tiene y no con lo que le gustaría tener, y la tarjeta de crédito tiene ese doble filo que te da la posibilidad inmediata de gratificarte con algo cuando todavía no lo pagaste”, agrega el especialista.
Esto no quiere decir que no hay que tener tarjeta de crédito, porque en algunos países como el nuestro, las tarjetas hasta a veces brindan descuentos. “Hay que usar la tarjeta, lo que no hay que hacer es gastar a través de la tarjeta lo que uno no tiene capacidad de pagar”, remarca Juan Cruz.
¿Cómo hacer este balance patrimonial personal? “Yo sugeriría que aquella persona que esté cómoda con una planilla de cálculo le va a ser muy fácil, porque le va a permitir el ordenamiento visual, segundo porque los cálculos se hacen bastante automáticos, y tercero porque te va a permitir guardar eso para comparar el año siguiente.
Pero si no disponés de esas herramientas o no las usás con tanta familiaridad, el balance lo podés hacer en papel, o mentalmente”, nos responde Acosta Güemes.