“La idea surge a partir de nuestro emprendimiento Hongos del Valle, en Salta, donde cultivamos hongos comestibles. En nuestro laboratorio en 2018 comenzamos a explorar el mundo de los biomateriales y observamos que al final del cultivo de los hongos quedaban estructuras resistentes similares al ladrillo”, explica Ayelén Malgraf, creadora de Fungipor.
Investigaron antecedentes en otros países y descubrieron que una empresa estadounidense, Ecovative Design, ya comercializaba este tipo de productos.
El proceso de producción consiste en aislar y producir micelio en el laboratorio, para luego utilizarlo para inocular el sustrato pasteurizado. “De esta forma procedemos al llenado de los moldes, diseñados en impresora 3D, para luego termoformar y producir a escala”, describe Ayelén.
Posteriormente se llenan los moldes con el sustrato inoculado con temperatura y humedad controladas. Se va incubando un par de días, hasta que el micelio se expanda por el molde y lo sature. “Después se desmolda y se procede a la deshidratación y acabado final de las piezas”, agrega Ayelén.
En este emprendimiento trabajan con dos especies de hongos, Ganoderma Lucidum (Reishi) y Trametes versicolor (cola de pavo) que actúan como descomponedores de madera.
Sostenible, liviano y biodegradable
En cuanto a los beneficios y ventajas de esta tecnología sostenible se menciona que es un material que no contamina, es liviano y además es de color blanco, cumpliendo con las características del clásico telgopor de los embalajes.
Es acústico, ignífugo con baja velocidad de combustión, donde la llama no permanece por más de 35 segundos. Además es biodegradable y compostable, con bajo impacto ambiental, ya que se degrada en la tierra en unos 30 días. “Como desventaja podría mencionar el tiempo de la creación del biomaterial. De todos modos hemos avanzado en técnicas para acortar esos días de incubación”, indica Ayelén.
El tiempo de incubación del sustrato con el hongo sembrado antes era entre 20 y 25 días. Luego investigaron con nuevas técnicas y lograron acortarlo entre 7 a 10 días. El tiempo de creación del esquinero demora entre 5 a 7 días.
La emprendedora considera que sería contraproducente crear un biomaterial de base biológica y sostenible, y tener que trasladar grandes distancias a los rastrojos orgánicos. Los rastrojos provienen del Valle de Lerma de fincas aledañas a nuestras instalaciones. “Si no las recolectamos, terminarían incinerados en los campos. Los hongos en un principio de las investigaciones los comprábamos de laboratorios especializados, actualmente estamos trabajando con hongos que recolectamos en el Valle de Lerma y en nuestro jardín”, señala Ayelén.
Modelo de negocios y desafíos
Fungipor está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, en lo referido al Objetivo 12 sobre consumo y producción sostenibles. “Es necesario alinearse a conseguir una gestión sostenible y un uso eficiente de los recursos”, agrega Malgraf.
“Nuestro modelo de negocio es B2B, apuntamos en un principio a medianas y pequeñas empresas, que quieran generar un cambio positivo en sus empaques, siendo una alternativa rentable y sustentable”, expresa Ayelén. La emprendedora agrega que le gustaría llegar también a empresas grandes de electrodomésticos en un futuro.
Para este año estiman avanzar en una línea de esquineros de embalajes en tamaños y formas. “Tenemos proyectado que con 2.000 kilos de descarte agroindustrial inoculado se pueden reemplazar 10.000 piezas de poliestireno expandido por esquineros compostables y seguir avanzando en un embalaje para vinos”, pronostica.
También adelanta que pronto tendrán una tienda online, y que quieren expandirse a otras provincias del país con sus macetas compostables. En febrero de este año comenzaron a comercializar el primer producto macetas compostables a $ 590, a través de locales físicos en la ciudad de Salta, por su página web y redes sociales.
Premios
En 2018 ganaron NAVES, el 1° puesto de Empresa en marcha (Hongos del Valle) con un proyecto nuevo (Biomateriales) de Banco Macro en alianza con IAE Business School. En 2019 quedaron seleccionados dentro de 14 proyectos en Emprendé con Ciencia de la Fundación Invap; en Emprendedor de 2019 con Hongos del Valle y Fungipor. Semifinalistas de Mayma 2020 y en Mentes Transformadoras 2020.
En marzo de este año obtuvieron el 3° Premio del Concurso HZ organizado por el Grupo Hz, que es una de las organizaciones de la industria del packaging más importantes de Latinoamérica y motorizado por INICIA.