MQNFT comenzó como un proyecto de “artivismo”. ¿Qué es esto? Una acción que fusiona arte con activismo, en este caso feminista, a través del “hackeo de revistas”. ¿Qué es esto?
Encuentros donde se recortan las revistas en las que aparecen las típicas imágenes de la mujer cosificada y estereotipada, donde el amor heterosexual, la maternidad, los consejos para estar flacas y poner linda la casa son el must.
El “hackeo” lo realizan en todo lugar donde las llaman: colegios, centros culturales, eventos y hasta reuniones empresariales y, con esos “recortes”, se cuestiona lo hegemónico y se arman nuevos modelos de mujeres, fuera de los lugares comunes.
“Desde MQNFT llamamos ´belleza hegemónica´ a esa construcción de la mujer como única opción en los medios masivos: de pelo lacio y largo, blanca, delgada, joven y con un cuerpo editado, donde la piel es perfecta, las medidas son perfectas y hasta la cara está afinada”, describe la artista Lala Pasquinelli, ideóloga de la iniciativa, al tiempo que alerta sobre las marcas que se postulan como “inclusivas” de toda belleza y es solo una estrategia de venta.
Esa supuesta mirada inclusiva es bastante engañosa porque al final solo se muestra algún cuerpo gordo pero de mujeres blancas y hegemónicas y no se habla de diversidad social, ni de diferentes capacidades.
“Como feministas, nuestro análisis es también económico, político y ambiental”, recalca. “Por supuesto que es bueno que estos temas se empiecen a visibilizar, sin embargo el femvertising que usa las consignas del feminismo pero vaciadas de sentido y solo para vender, es peligroso porque al final se trata de cambiar un poquito para que, en esencia, nada cambie”.
Varias veces les pasó que modelos e influencers se incomodaran con las publicaciones de MQNFT y esgrimían el argumento de "yo con mi cuerpo hago lo que quiero" y "tengo este cuerpo porque me maté entrenando y lo quiero mostrar". O que al señalar que las campañas de moda son racistas y los cuerpos son homogéneos e hiperdelgados, se toma como una crítica personal y no como lo que es: una crítica a la decisión de la empresa de lo que será visible, una crítica a la construcción de un modelo que disciplina cuerpos e identidades y que enferma.
“El planteo de MQNFT a las compañeras que ocupan espacios hegemónicos de visibilidad es siempre invitar a la reflexión”, explica Pasquinelli, y algunas de las preguntas son: ¿Qué es lo que me hace visible? ¿A quiénes invisibiliza mi visibilidad? ¿Cuál es la responsabilidad que tengo en la construcción de estándares de belleza que enferman, oprimen y matan a niñas, adolescentes y mujeres y cada vez a más varones y disidencias? ¿Por qué soy elegida? ¿Por qué no hay otras corporalidades? ¿Por qué no hay diversidad?
MQNFT no tiene vinculación económica con marcas ni sponsors. Hace unas semanas lanzó una convocatoria a través de @ideamecom (una plataforma de financiamiento de proyectos), para poder seguir realizando de forma gratuita los hackeos de revistas en todo el país, especialmente en escuelas, donde consideran fundamental ir a cuestionar los modelos hegemónicos de mujer. A través de su Instagram @mujeresquenofuerontapa convocaron a sus seguidores para recolectar dinero y hasta hoy llevan recaudado el 46% de lo que necesitan, $ 318.000