Este lunes 29 de mayo se llevó a cabo en la Casa de la Cultura de Calchín Oeste, una charla sobre Forraje Verde Hidropónico a cargo del asesor en forraje, Víctor Moncada; asistiendo productores agropecuarios, alumnos y profesores del Ipea Emilio Prataviera y público en general.
El forraje verde hidropónico tiene como característica central que no requiere de la tierra para germinar sino solo de agua. Esta particularidad es la que tomó el abogado y productor hidropónico Víctor Moncada para comenzar a estudiar y desarrollar lo que hoy es el vivero cooperativo de de Churqui Cañada, que sirve para alimentar a los animales de la zona.
Victor es oriundo de esa localidad del norte cordobés, y fue en 2008 cuando volvió al pueblo que quedó impactado por la gran mortandad de animales debido a la gran sequía que afecta a la región desde hace varios años. Así fue como inició sus investigaciones y capacitaciones, hasta llegar a los ensayos de la alimentación con forraje hidropónico en vacunos y caprinos.
Tres años más tarde, junto a un grupo de productores locales con quienes había conformado la cooperativa de trabajo del lugar, crearon un vivero que actualmente tiene 200 metros cuadrados. Allí producen a escala alimento para los animales, habiendo logrado mejorar la digestibilidad, la producción de leche y disminuir la mortalidad de las pariciones.
En cuanto a las cabras, Moncada asegura que "los resultados son sorprendentes" debido a que en la primera semana aumentan un 40 por ciento la producción de leche y en un mes los cabritos tienen dos kilos más que un cabrito de campo común.
Los beneficios de esta técnica son múltiples: desde cultivar sin tierra, en superficies pequeñas, hasta el uso mínimo del agua en relación a los cultivos tradicionales. Todo ello vuelve a la hidroponia en una técnica sustentable adaptable a los lugares más inhóspitos.
“En el vivero de Churqui Cañada tenemos la capacidad de generar alimento equivalente a un campo de 50 hectáreas de alfalfa, considerando que tienen que llover 1200 milímetros para equiparar lo que hacemos en el vivero de 200 metros con ambiente controlado”, explica Víctor Moncada.
“La clave de la hidroponia está en el uso eficiente del agua. En el vivero se usan cerca de 6.000 litros diarios que se extraen de una perforación, pero se recuperan 3.000”, explica el presidente de la cooperativa.
“Este tipo de producción es una herramienta que puede reconvertir zonas rurales marginales, como el norte de Córdoba, donde no abundan las lluvias”, describe Moncada.
Otro aporte central para el cuidado del ambiente es el uso de paneles solares para autoabastecerse de energía. “En esta zona las temperaturas suelen alcanzar los 40 grados y teníamos el inconveniente de regularla dentro del invernadero. Mediante el financiamiento del Inaes logramos incorporar tecnología para contar con temperatura y humedad constantes. A esto le anexamos paneles solares para ser independientes eléctricamente porque el costo de la energía era muy alto y hacía inviable el proyecto”.
La cooperativa de Churqui Cañada es claramente un proyecto sustentable que impacta positivamente en la economía regional y apuesta por un modelo de producción en consonancia con el cuidado del ambiente.