La inteligencia artificial implica un desafío para todas las profesiones. Un abanico de posibilidades se abre frente a estas nuevas tecnologías que están demostrando efectividad a la hora de hacer diagnósticos clínicos (si nos remontamos al campo de la medicina) o de elaborar complejos textos escritos.
En el ámbito de la locución, la inteligencia artificial es capaz de copiar la voz de un profesional, imitando su tono. También tiene una capacidad emergente para crear guiones, textos y diálogos para publicidades.
Sin embargo, existe un límite o un techo difícil de alcanzar: la creatividad. La marca personal sigue y seguirá siendo la principal fortaleza de los profesionales de la voz en cada rincón del planeta.
Problemas sobre la mesa
Este fue uno de los principales temas abordados en el nuevo encuentro de locutores que tuvo lugar en el Complejo El Norte, de Río Segundo, desde el 1° al 3 de septiembre.
Más de 200 profesionales de todas las provincias (excepto Santa Cruz) se congregaron y alojaron en la ciudad. Otros 50 participaban de las capacitaciones y talleres durante el día.
El locutor Paul Guzmán, uno de los organizadores del evento, contó que el encuentro ya tenía una agenda previamente determinada, que incluyó capacitaciones sobre doblaje, neutro y audiolibros, entre otras cosas. Ese esquema se fue ampliando a medida que se escuchaban las demandas de los colegas que querían practicar más y volver a sus hogares con alguna devolución o propuesta innovadora.
“Planteamos el tema de la inteligencia artificial y la necesidad de regularla. Sabemos que es una buena herramienta para nuestras carreras, ya que nos puede solucionar la elaboración de textos. No vemos que peligre nuestra profesión, por el momento, porque todavía tiene muchas cosas por mejorar”, indicó Guzmán.
Estas tecnologías son capaces de clonar una voz, por ejemplo. Pero tienen grandes limitaciones a la hora de interpretar y de dar matices. También se encuentran con una barrera: no son humanas y entonces se pierden de esos errores sutiles que hacen tan particular la personalidad de un locutor.
Marca personal
La inteligencia artificial funciona en este rubro de la siguiente manera: una persona ingresa una determinada información, la tecnología la procesa y brinda un nuevo resultado. Parte de los datos que tiene, no genera un nuevo contenido.
Juan Faerman, director creativo publicitario y guionista de contenidos, detalló las dos posturas que surgieron en el congreso, en relación a la inteligencia artificial. Por un lado, un grupo de colegas sintió temor, ya que estas tecnologías son capaces de copiar y masificar una voz, sin pagar los derechos de propiedad.
Otro grupo en cambio sintió la necesidad de regularlas pero desconfía que peligre la profesión.
“Es cierto que todavía la tecnología no tiene la inflexión ni la riqueza en los matices. Pero supongamos que, en el futuro evolucione y los incorpore. De todas maneras, creo que nunca será capaz de reemplazar al locutor porque es el profesional quien aporta su creatividad y marca personal”, indicó.
A la hora de dar su taller, Faerman planteó una situación puntual: “¿Qué cosas hacen que la Negra Vernaci sea quien es hoy? –por poner un ejemplo– ¿Su voz o su cabeza?”
El guionista concluyó que cualquier persona puede imitar la voz de otro individuo, pero nunca logrará ser como quien se trata de clonar, porque nunca podrá imitar su creatividad, inventiva y personalidad.
Desafíos a la vuelta de la esquina
“En el camino se acomodan los melones”, graficó Faerman.
El creativo sostuvo que estos temas suscitan un gran interés, pero reconoció que en parte se debe a la efervescencia actual.
Hay que ver cómo evolucionan los procesos y cómo se irá direccionando conforme pase el tiempo.
“La máquina es perfecta, pero son los errores sutiles lo que hacen que el humano sea humano. Es aquello que le da ese valor agregado”, concluyó.