Los muebles con espejos montados no son lo mismo que muebles con espejos integrados. El primer caso sería un placar con los cristales escondidos en las puertas mientras que el segundo hace referencia a –por ejemplo– una mesa hecha íntegramente de este material.
El mobiliario que posee espejos en sus superficies le ofrece un toque de glamour, estilo y hasta luminosidad a la habitación en la que se lo ubique.
El espejo asegura una gran durabilidad en la pieza pero para que así sea, es preciso que se invierta en cristales de primera calidad. De lo contrario, los primeros sectores que se ver percudidos son bisagras, patas de mesas o sillas y esquinas.
En lo que refiere a combinación, este tipo de mueble se consolida como el gran protagonista del ambiente ya que el abuso de la incorporación de espejos en el mobiliario crearía la sensación de un espacio más escenográfico que cotidianos.
Los expertos recomiendan el uso de un solo mueble con espejo integrado ya que contrasta con el resto de las texturas como madera, metal e incluso acrílico.