El Huevo de Fabergé es una joya creada por Carl Fabergé para los zares de Rusia, nobleza y burguesía.
La primer pieza se realizó en 1885 cuando el zar Alejandro III encargó un huevo de Pascua para su esposa, la emperatriz María Fyodorevna. El huevo remitía a Dinamarca, la patria de la emperatriz. Desde entonces el zar le encargó a Peter Carl Gustavovich Fabergé un Huevo de Pascua cada año con la única condición de que la pieza sea única y encierre una sorpresa.
En torno a estas “joyas” se cultivó una cultura del coleccionismo y fabricación que en Córdoba ya consiguió adeptos, como EM-Art In Egg, una suerte de escuela de Fabergé en la ciudad que enseña a trabajar sobre distintos tipos de cáscaras de huevo de ñandú y adornar.
"Lo que caracteriza a este arte es la elegancia, distinción y delicadeza de cada pieza", precisó Elsa Márquez, dueña de EM-Art In Egg.
Para aquellos que, sin embargo, prefieren coleccionar estas joyas deben preparar el bolsillo porque las piezas más baratas arrancan en los mil pesos.
Todos los modelos todos, en la galería de fotos.