Cuando a fines del año pasado el Gobierno anunció que suspendía la implementación del control de estabilidad como equipamiento obligatorio para nuevos autos lanzados en Argentina, se dijo que ese aplazamiento respondía a una necesidad de converger con Brasil en normativas automotrices.
Ese proceso ha dado un paso clave la semana pasada con el anuncio de la creación de un grupo de trabajo entre los equipos de los ministerios de Industria de ambos países. El memorándum de entendimiento abarca reglas de seguridad, emisiones de gases contaminantes, contaminación sonora, eficiencia energética y especificación de autopiezas.
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