¿Caja manual o automática? ¿O hay más opciones?

(Por José Manuel Ortega) Tradicionalmente las cajas automáticas han estado relacionadas a grandes “barcos” norteamericanos, a lentitud y mayor consumo de combustible. ¿Es así?

Recuerdo aquel Peugeot 504 SL automático (1980) de mi familia. Si bien yo estaba aprendiendo a manejar, viene a mi memoria la lentitud entre cambios y el importante aumento de consumo. No fue una grata experiencia, a punto tal que al año siguiente el auto fue cambiado por otro 504, con caja manual.
Pero, ¿han avanzado las cajas automáticas?
Ya lo creo, y de qué modo. La mayoría de quienes se introducen en esta tecnología, ya no vuelven a la caja manual.
Claro, los más “fierreros” argumentarán que no puede practicarse un manejo deportivo con una caja que se maneja sola. Esto no es tan así, pero analicemos el tema.
La caja automática como tal, la clásica –que cada vez se ve en menos modelos- como concepto sigue siendo como aquella comentada a inicios de la nota.
Obviamente han evolucionado: las transiciones son más rápidas, se ha disminuido el patinamiento –típico en estas cajas- y han incorporado algunos elementos nuevos como las opciones Sport (“estira” los cambios) ó Winter (los realiza a menores rpm).
Otras 2 opciones, relacionadas con la caja automática son la tipo “Tiptronic” (by Porsche) y la CVT (Continuously Variable Transmission).
La primera incorpora la alternativa de realizar los cambios de manera secuencial (hacia adelante sube y hacia atrás baja). No es exactamente una caja secuencial ya que tiene sus limitaciones; a ciertas rpm realiza el cambio, preservando su durabilidad.
La CVT es una caja automática pero con infinitas relaciones, que se consigue gracias a la utilización de 2 engranajes cónicos. Permite utilizar el motor en la zona de buen torque, aunque la sensación al conducir –para algunos- no es tan grata ya que pareciera que es lenta (aunque las cifras demuestran lo contrario).
Finalmente está la caja secuencial, cuyo exponente más conocido es la DSG del grupo Volkswagen. Es una caja con dos embragues gemelos y no utiliza el convertidor de par, componente de las cajas automáticas. Digamos que se “predispone” al próximo cambio (estando en el actual) con lo que los tiempos entre ellos son mínimos. Puede utilizarse en modo automático (con algunas opciones más o menos deportivas) y secuencial, generalmente con levas al volante.
Queda claro que ambas “históricas” cajas, manual y automática, tal cual fueron concebidas están dando –cada vez más- lugar a estas nuevas opciones que combinan lo mejor de ambos mundos.
¿Manejaste algunos de estos sistemas? ¿Cuál es tu opinión al respecto? (Opiná en esta nota y votá en la Encuesta de hoy).

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