Los autos de antes... ¿eran más seguros?
(Por José Manuel Ortega) Frase muy escuchada: “los autos de ahora son de plástico, nada como el Falcon. Chocá con uno de estos y no te queda nada, si son un lata…”. ¿Cuál es la verdad?
Recordemos que ésta puede dividirse en dos grupos: la activa, que se refiere a los elementos destinados a evitar un choque, y la pasiva que, una vez producido el accidente, busca minimizar las consecuencias para los involucrados.
En la prevención de accidentes el progreso es tan obvio que nadie puede discutirlo. ABS, Controles de Estabilidad y Tracción, Alerta de cambio de carril, suspensiones más firmes (por solo mencionar los más generalistas) disminuyen la posibilidad de choque. Esto es claro e inobjetable, y es un avance muy importante.
La duda puede plantearse con la seguridad pasiva, a partir del razonamiento enfocado al grosor de la chapa: “…si ahora son puro plástico, chocás levemente y te quedás sin paragolpes…, si chocás en serio no te queda nada..”
Es cierto, la chapa de los autos de hace muchos años eran –mucho- más gruesas y pesadas que las actuales. Porque el concepto era que, mientras mas pesada y firme fuera la carrocería, mayor seguridad transmitía a sus ocupantes.
Años de pruebas con autos y dummies llevaron a utilizar materiales más livianos, no solo por una cuestión de peso y costos, sino también para obtener una deformación del sector frontal del auto. Esa es la idea, que el frente absorba la energía cinética del choque y entonces llegue disminuida al habitáculo. Por el contrario, si paragolpes y frente son masivos e inelásticos, no pueden absorber esta energía y la trasmiten hacia los pasajeros.
Este es el concepto básico. Además se han ido incorporando otros elementos como Airbags, columna de dirección colapsable, capot activo (se levanta unos cm para morigerar los efectos de un choque a peatones) y el arsenal de nuevas tecnologías (apoyacabezas activos, pretensador de cinturones, etc.).
Definitivamente los autos actuales son –mucho- más seguros que los de antaño, por el concepto de deformación progresiva de la carrocería y la proliferación de nuevas tecnologías, en seguridad activa y pasiva.
Mirá el video de un choque entre un Chevrolet Bel Air 1957 y un Malibú 2009. Los ocupantes del primero difícilmente hubieran salido con vida; los del Malibú seguramente con algunos daños al hospital más cercano.