Si bien hay algunos casos exitosos de autos del segmento A, como el querido Fiat 600 o el primer Ford Ka, en general la economía de nuestro país atenta contra los llamados citycars o autos urbanos. Este segmento apunta a autos pequeños de uso diario, que suele ser combinado en el ámbito familiar con otro vehículo para viajes y placer.
Pero, como en Argentina en general el auto se usa para todo, el pequeño boom de los autos urbanos no prendió del todo. Las marcas comenzaron a apostar por el segmento en 2014, con el lanzamiento del Volkswagen Up hecho en Brasil, que estrenó la moda de los motores 1.0 de tres cilindros. Un auto pequeño y poco gastador para el público citadino.
Más adelante, Fiat siguió los pasos de VW y lanzó el Mobi, en 2016, con una propuesta similar, si bien el motor aquí fue de cuatro cilindros (en Brasil sí hay de tres cilindros). Finalmente, en 2017 Renault presentó su Kwid, que fue más allá y se hizo llamar el SUV de los compactos, haciendo gala de su suspensión elevada y su aspecto de aventurero.
En el medio, Ford hizo crecer al Ka, que originalmente era A y hoy se vende como segmento B en reemplazo del Fiesta. General Motors, que sabe de autos populares, nunca apostó por el segmento y ofreció siempre el Onix (segmento B), con resultados sorprendentes: es el auto más vendido de Latinoamérica.
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