Probamos el Hyundai i30: ¿premium disfrazado de generalista?
(Por José Manuel Ortega) Manejamos el Hyundai i30. Un auto que nos sorprendió en varios aspectos. Probamos la versión 1.6 full.
En cuanto a su Diseño, puede definirse como muy logrado, con un toque personal, seguramente contribuyó su diseño realizado en Alemania. Es cierto, tiene un aire BMW Serie 1 (visto de perfil), pero no deja de ser atractivo. Llama la atención de la gente, como pude comprobar durante el test.
El Interior es moderno y sobrio a la vez, con un correcto lay out (disposición) de elementos. Comandos de radio (excelente sonido) y climatizador (una vía) grandes, intuitivos y agradables al tacto. Iluminación azulada muy agradable de noche aunque no tan visible en días de sol. Materiales de buena calidad y ensamble. Cuenta con múltiples portaobjetos y la guantera recibe una salida del climatizador.
Instrumentos con aguja –como me gustan- con muy buena iluminación.
Ausencia total de ruidos.
Cuenta con computadora de a bordo, de funciones básicas, en un display central azul, poco visible de día y el comando está detrás del volante.
Cintura alta, pero la visibilidad, sin embargo, es buena.
La posición de manejo es correcta, aunque para los de +1.75 m el volante quedará cerca del cuerpo, aunque no es crítico.
El interior del baúl está muy bien presentado, manteniendo la calidad del resto del auto, aunque el piso es alto y no resulta tan espacioso.
En general, la “calidad percibida” en el interior es muy alta, buena terminación.
La Caja merece un capítulo aparte. Precisión absoluta y rapidez para el pasaje entre cambios. De lo mejor.
Motor 1.6 de 122 CV muy progresivo que da la sensación de cierta pereza, aunque con los tiempos en la mano, puede verse que es solo eso. Mucho tiene que ver la serenidad del motor que, en ralentí, nos hace dudar si está o no en marcha.
Es ruidoso por encima de las 3500 vueltas (donde comienza a mostrarse) aunque se trata de un sonido muy agradable al oído.
Los Frenos no mostraron fatiga; cuenta con ABS y distribución de frenado.
Un Andar muy silencioso y sereno en el uso normal, aunque puede transformarse en deportivo si se superan las 4,000 rpm con una suspensión durita que transmite seguridad, al igual que su dirección asistida de dureza progresiva. Muy buena tenida, sin penalizar el confort en ciudad.
Su precio es de US$ 27,000. A priori es un valor alto, penalizado por un dólar de + $ 3.70, aunque si tenemos en cuenta su calidad, prestaciones, garantía de 3 años o 100,000 km y su equipamiento (ABS, Control de estabilidad y tracción, 6 Airbags, ganchos ISOFIX, volante revestido en cuero, climatizador, computadora de a bordo, y varias cositas más), aparece como competitivo.
Sí, es cierto, no es Premium, pero está un escalón por encima de sus similares Mercosur. Pasó por nuestras manos con un definitivo “Aprobado”.