Camino a los 2 millones de afiliados, en Osde están más preocupados que felices
Si mirara los números de su empresa con un solo ojo, Tomás Sánchez de Bustamante, debería estar contento: los afiliados de Osde, la empresa que dirige, crecerán 6% este año (¡12% en Córdoba!) y van camino a los 2 millones de clientes.
Pero cuando mira las planillas globales, Sánchez de Bustamante está más que preocupado: el gobierno le “pisa” los aumentos en las cuotas (sólo concedió 9% en lo que va del año), mientras la paritaria del sector cerró por 26% de incremento.
Además, un cúmulo de leyes y reglamentaciones obliga a las obras sociales a dar cada vez más prestaciones de mejor nivel, todo lo cual desfinancia el sistema: la semana que viene hay reuniones al más alto nivel en Buenos Aires, porque todo se encamina -si no hay aumento antes de fin de año- a un paro de clínicas y sanatorias. “Todo el aumento que nos permitieron este año lo traspasamos a los prestadores, pero no alcanza”, dice el gerente general de Osde.
“Nos cargan la mochila de obligaciones pero no nos dejan cargar la faltriquera”, dice con un dejo de humor y resignación Sánchez de Bustamante.
Y dice más: “el Congreso se ha comportado como una estudiantina parlamentaria aprobando leyes sin debate de financiamiento, como la de fertilización asistida”. ¿Ejemplo? Con la ley que obliga a las obras sociales a aceptar cualquier postulación de afiliado, una persona podría afiliarse hoy y reclamar mañana fertilización. Si tuviera trillizos con algo de riesgo (muy probable en estas técnicas) obligará a la obra social a pagar $ 600.000 por todo el tratamiento previo y posterior. El afiliado se puede ir al año siguiente y dejar el “hueco”, ejemplifican.
Así las cosas, de los 4 puntos porcentuales que Osde tiene de rentabilidad, los costos de tratamientos de fertilización se “comen” 1,9, es decir, casi la mitad de toda la ganancia.