El Salón Lugones del Sheraton Córdoba Hotel reunió ayer a diferentes actores: empresarios locales como Manuel Tagle, Marcelo Olmedo o Ercole Felippa, gerentes de empresas nacionales, algún cuadro “multi” (como Karen Vizental, VP de Comunicaciones y Sustentabilidad de Unilever) y autoridades nacionales y locales, como el gobernador Juan Schiaretti.
¿La figura más buscada por la prensa?
O al menos por InfoNegocios, fue Joao Aldao, director Regional para Cono Sur de Facebook, la “empresa del momento”. El empresario portugués llegó intentando pasar desapercibido y se negó a hablar con este medio, porque su agenda estaba muy ajustada. Qué pena. No me gusta.
Borrar la imagen de evento de elite
“Este G20 y el B20, están siendo particulares. Después de haber recorrido varios de ellos uno tenía la percepción -quizás errónea en algunos casos, pero sí cierta en otros- de que el G20 podía ser una cuestión de elite. Digamos, de los grandes países para los grandes países y dentro de los países de multinacionales o grandes compañías involucradas. Y la actuación de lo que es el núcleo duro y vital del empresariado aparecía como espectador”, comenzó diciendo Daniel Funes de Rioja, Chair del B20 Argentina, en la apertura del panel “El Impacto del B20 en el escenario Global Actual”.
Siguiendo esta línea expresó: “El Foro de Líderes Empresariales es una creación criolla, un evento que surgió con el objetivo de involucrar al empresariado argentino en las actividades del G20”.
Amable, humilde y claro, el chair argentino del B20 decidió comprometerse con el país y asumir el cargo ad honorem. En diálogo con este medio, explicó.
-¿Cuáles son las tareas del Chair del B20?
-Bueno el Chair tiene la función de coordinar, no solamente al interior de la propia representación nacional, sino de la representación internacional. Llamemoslé los distintos grupos de interés, que tienen que tener una confiabilidad en la estructura -los otros países- para saber que el B20 respectivo va a trabajar con todo y para todos. La primera condición es transparencia, segundo -obviamente- capacidad de interlocución. Se trata de buscar un Chair con trayectoria internacional, y a mí me ha tocado ser el portavoz de los empresarios en la Organización Internacional del Trabajo, en la OEA a nivel mundial y he sido presidente de la Organización Internacional de Empleadores.
Lo que se busca en el Chair es la capacidad de generar redes. Esto con respecto hacia afuera, hacia dentro hay que tener la confianza en el empresariado nacional -que siempre es más difícil- para identificar chair y co-chair que tienen la capacidad de organizar esto y lo hagan de manera eficaz y transparente.
De hecho, yo lo primero que le planteé al gobierno es que el B20 debía autofinanciarse. Que no recibiera apoyo financiero del Estado porque era de iniciativa privada. En segundo lugar, decidimos constituir un fideicomiso para que un banco administrara y controlara los fondos. Y en tercer lugar me autoexcluí de cualquier retribución porque creo que a esta altura de mi vida y mi profesión lo tengo que hacer como un servicio al país.
Después, tiene la tarea de seleccionar los equipos de trabajo, y esto debía hacerse -a mi criterio- con gente de altísima calificación, empresarios de primera línea. Con lo cual lo que le puedo decir es que este chair es el menos importante porque el equipo es de tal calidad de liderazgo empresarial. Verdaderamente es un lujo ser el coordinador de ese equipo.
-¿Cómo se llevan a la acción las recomendaciones para políticas públicas?
Bueno. Primero hay una etapa de orientación. Hay una serie de instituciones y consultoras que vienen trabajando en el G20 y que contribuyen a la elaboración de un documento inicial (en el marco del mandato que da el G20 Argentina en este momento). A partir de ahí empiezan los aportes y un trabajo sutil de modelaje para que esto pueda plasmarse en recomendaciones que sean viables. Digamos que uno puede construir una utopía muy fácilmente, ahora si quiere recomendaciones que no sólo sean recogidas por los gobiernos sino que sean implementables y susceptibles de seguimiento es otra cosa. ¿Por qué? Porque estamos hablando de políticas públicas, por ejemplo, si hablamos de empleo y de que hay que reducir el empleo en negro, para lo cual hay que bajar impuestos al trabajo, bien, ¿con qué tipo de políticas? ¿Qué tipos de políticas han sido eficaces? ¿Se pusieron en práctica? ¿Qué resultados se tienen? Entonces también propiciamos desde el B20 un seguimiento. Bueno, no sólo hagamos recomendaciones, declaraciones políticas, sino que -dada la fuerza que tiene el G20, que es un mecanismo internacional de mucho peso- cómo transformamos decisión política en operatividad de acciones legislativas o implementación de medidas.