- La educación tiene demasiada carga: generar las bases para el desarrollo económico, cultural y social, pero sin embargo conviven en ella muchas tensiones…
- Mirando 2 o 3 años para atrás y 2 o 3 para adelante hay una serie de conflictos en torno a la educación superior. Uno de los planteos internacionales que impactan en la toma de decisiones locales es la percepción social de la universidad que hasta hace poco estuvo reflejada en la discusión acerca de los rankings. Otro de los planteos internacionales es la competitividad de las naciones que cada vez
está más relacionada con el nivel de educación superior de su pueblo. Esto quedó muy claro en el Consenso de Lisboa en el año 2000 cuando Europa decidió que era una economía del conocimiento y que como grupo, para poder competir con Estados Unidos y Japón, tenían que proyectarse en el área de la educación superior como un conjunto de alta calidad, pero a la vez con una incorporación masiva de
estudiantes porque tenían pocos especialistas. Todo esto influye en nuestra toma de decisiones nacionales porque el mundo está globalizado y si queremos vender algo o queremos que las empresas se radiquen acá, el análisis que hacen de la educación superior es fundamental.
- ¿Esto no sería correr atrás del mercado?
- La pauta de que no es así es que los doctorados en matemática, en física, la ingeniería electrónica de alto nivel, etc. existen en Córdoba mucho antes de que vinieran las empresas multinacionales como Motorola. Incluso estos doctorados eran criticados antes de que se pusieran de moda.
- Un dilema a resolver será entonces la tensión entre lo que la sociedad necesita hoy y lo que ofrecen las universidades...
- Como te decía al comienzo se necesitan dos cosas en el mundo: una alta cantidad de personas graduadas y especialmente nosotros los necesitamos. Lo segundo es calidad, que en los rankings está siendo definida con un gran peso en la investigación, en la producción de conocimientos de nivel mundial. En EE.UU. hay 100 universidades de nivel internacional y 4.000 abocadas a otra cosa. Estas últimas tienen otra misión que es la de formar para el trabajo, mientras que las otras 100 son las que te dan el liderazgo internacional como Harvard o Yale. El problema es que tener universidades con gran cantidad de estudiantes y de esa
calidad, cuesta muchísimo dinero. En la población de los países desarrollados, la pirámide se está transformando en una especie de rectángulo, hay menor cantidad de jóvenes entrando en las universidades, entonces empieza a haber una tensión entre necesidades sociales versus las inversiones públicas en educación. Esta tensión da lugar a la tentación de dejar que el mercado decida, pero es el Estado el
que debe decidir lo que quiere para su país y plasmarlo en políticas públicas.
- Necesidad de masificar y de educación de alta calidad de la mano de la investigación, pero por otra parte la tecnología avanza y cualquiera puede encontrar contenidos de altísima calidad en la web...
- La educación superior en forma de facultades y cátedras todavía sobrevive en esta generación que es casi inmigrante, quizás después con el desarrollo de las redes sociales no haga falta que los estudiantes estén al frente del profesor. Pero nadie lo sabe. Quizás las universidades se conviertan en el lugar donde se
concentre la certificación de conocimientos.
- Entonces cualquiera va a poder acceder a la misma formación que hoy tiene un profesional que pasó varios años por los claustros universitarios.
- Sí, pero como Estado, eso no es formación universitaria.
- En ese contexto, ¿cuál es el desafío de las universidades?
- Varios. Uno es definir muy bien su misión. No es lo mismo la Universidad de Harvard o la UBA, que la Universidad de Nebrasca o alguna pequeña universidad privada.
Y por otra parte, el Estado debe tomar decisiones de políticas públicas de manera de definir cuáles serán las universidades con grandes centros de investigación y cuáles se dedicarán a la formación de RR.HH. para otras cosas. Córdoba podría hacer eso con la Universidad Provincial y dedicarse por ejemplo a mejorar la capacitación docente, apostar al desarrollo regional y tener carreras específicas para el norte cordobés. Esto es lo que producen las otras 4.000 universidades norteamericanas fundamentalmente concentradas en los recursos humanos específicos.
- Definir su misión, ¿y además?
- El otro gran desafío en Argentina es que las universidades busquen agilidad en la conformación de las carreras. El sistema de créditos puede ayudar muchísimo. Es un sistema a través del cual se crean módulos que conforman carreras sin necesidad de crear facultades.
- Acompañando este cambio, ¿cómo debe modificarse la currícula de las carreras?
- Si una universidad quiere dar Ingeniería Ambiental y necesita la materia de Derecho Ambiental, en la Facultad de Derecho hay una materia específica que podría tomarse por el sistema de créditos. Entonces el primer factor para pensar en el cambio de currícula es el cambio de la estructura académica que existe en
nuestro país y adaptarla al sistema que se ha impuesto internacionalmente en la comunidad europea, Asia y el sistema anglosajón. Entonces lo primero para pensar antes de la currícula es cambiar este sistema de materias y facultades a departamentos y créditos.
- ¿Cuáles son las carreras en las que habrá que hacer más hincapié?
- Hoy se nota el déficit en ingeniería, pero hace una década atrás, los ojos estaban puestos en el sector financiero de manera que todos estudiaban ciencias económicas. En los próximos años va a faltar personal de salud por el hecho de que la población está estirando su edad y está totalmente demostrado que la mejor manera de reducir costos es tener mucho personal de salud para que los pacientes no terminen graves en los hospitales.
- ¿Y en materia de investigación? ¿Cuáles serán los temas prioritarios?
- Hay dos tipos de temas prioritarios. Para una universidad provincial debería ser, por ejemplo, cómo desarrollar la economía de determinada zona. Pero si tomamos los criterios globales, los temas prioritarios pasan a ser los mundiales: los derechos humanos, el medio ambiente. Otro tema fundamental será la tecnología de los alimentos y biotecnología. En este punto Argentina tiene una ventaja comparativa.
- ¿Y cómo una universidad cordobesa puede trabajar un tema prioritario mundial?
- A través de las redes de universidades que utilizan la nube (cloud computing), donde se hace trabajo cooperativo con grandes universidades del mundo porque la investigación es tan costosa, que es la forma de hacerlo y no estar fuera.
- ¿Imaginás en el futuro más estudiantes en sus casas a través de Internet y ya no en las aulas?
- Es difícil. Hoy la tecnología de la información ha avanzado más rápidamente que la pedagogía. Lo que hoy no sabemos es si la calidad de conocimiento por esas vías es la misma que presencialmente, pero sin dudas la tendencia global es hacia mejorar las cuestiones pedagógicas, a utilizar conocimiento y softwares
abiertos. Hoy todavía hay dificultades y no está totalmente comprobada la calidad del aprendizaje. Cuando eso pase, no tengo ninguna duda que van a ser dos cosas diferentes, pero van a coexistir y sin dudas, la masificación que necesitamos, va a estar dada por la utilización de las tecnologías. Además las nuevas tecnologías van a democratizar el conocimiento.
Los 5 tips para el 2016
• Pasar del actual sistema de materias y facultades a departamentos y créditos.
• Identificar la necesidad de formación de recursos humanos en áreas específicas
del conocimiento.
• Los derechos humanos, el medio ambiente, la tecnología de los alimentos y
biotecnología serán los temas de investigación del futuro.
• El sistema presencial y a distancia van a coexistir.
• Mejorar el soporte pedagógico que acompaña el desarrollo de las aulas virtuales.