El término “proptech” deriva de abreviar “property technology” (“tecnología de propiedad”, en inglés), y refiere a compañías que hacen uso de nuevas tecnologías para la comercialización de productos de real estate. En criollo, podríamos decir que son una suerte de “inmobiliarias 2.0”.
Según datos difundidos por la proptech argentina Mudafy, actualmente este tipo de plataformas ocupan entre un 15% y 20% de la cuota de la industria a nivel mundial, y la tendencia indica que ese porcentaje continuará profundizándose en los próximos años.
Desde la firma aseguran que su diferencial radica en que ellos ofrecen nuevas experiencias de compra y venta, sin fricciones y con asesoramiento personalizado en cada parte del proceso. Así, sostienen que esto les permite asegurar transacciones más simples, confiables y transparentes, a través de alianzas estratégicas que realizan con otros actores del sector.
En ese sentido, María Llona -de la inmobiliaria LSR Propiedades-, señala que este nuevo tipo de sistemas se caracterizan por dos ventajas: por un lado, cuentan con una comunicación aceitada, que colabora con la experiencia del usuario desde el primer contacto. El público puede visualizar un aviso en una plataforma ágil y atractiva, en donde se le presenta mucho soporte visual (fotos de calidad e imágenes 360°, videos y tomas con drones, planos y mapas interactivos con la geolocalización de la vivienda, entre otras cosas). En segundo lugar, contribuyen al proceso de atención del cliente, al contar con canales digitales automatizados, que permiten atender grandes volúmenes de consultas de manera rápida.
En consonancia con esta postura, Gustavo Doctorovich, corredor inmobiliario y jefe de Departamento en Gustavo Doctorovich Servicios Inmobiliarios, dice: “Es importante contar con cada una de las herramientas que ayudan a brindarle el mejor servicio y producto a los clientes, y si no existe nadie dentro de la empresa que entienda del tema, es fundamental invertir en alguien que cuente con los recursos tecnológicos necesarios”.