Verde que te quiero ver
La falta de dólares es hoy el principal problema de las terminales, que en promedio deben importar el 60% de sus insumos. A la deuda con proveedores externos (se estima que ronda los US$ 3.000 M) se le suma el cepo mensual.
“Desde fines del año pasado el límite es de US$ 100 millones por mes y con esa cifra la industria no puede producir más de 600.000 o 610.000 autos por año. El problema es que en los últimos días el Gobierno está incumpliendo ese acuerdo y acaba de convocar a las terminales que tienen una alta incertidumbre porque de lo que se diga en esa reunión dependerán los planes de producción de las empresas a partir del 2do. o 3er. trimestre”
Otro año sin alegría brasileña
¿En enero la caída de las ventas en Brasil fue de casi 20%, esto impactará en Argentina?, preguntó InfoNegocios. “Vamos a esperar los datos del primer trimestre, por ahora nuestra estimación es que la demanda de Brasil no crecerá”, dijo.
Por otra parte, para el economista de Abeceb.com el Gobierno buscará prorrogar el acuerdo de licencias con México, que vence el próximo 19 de marzo. ¿La razón? Si caduca, México puede operar sin aranceles (hoy en 35%) y su competitividad es muchísimo mayor a la de Argentina - “Nos comen crudos”, graficó Sica - lo que significa más necesidad de dólares.
Freno económico
Un mercado interno con menor poder de compra de años anteriores es otro de los problemas del sector. Sin chances de planes con algún tipo de financiamiento - se cayó la posibilidad de reeditar una nueva versión de ProCreAuto -, los consumidores locales no tendrán fuerzas para reactivar el mercado.
Las “tres plagas” que deberán enfrentar las automotrices en 2015 (la visión de Dante Sica)
El director de Abeceb habló con InfoNegocios sobre la realidad del sector que fuera el caballito de batalla del “proceso de reindustrialización” del relato. La incertidumbre de las terminales ante un nuevo llamado del Gobierno en los que se hablará de los tres grandes problemas que hoy tiene esa industria: la escasez de dólares, el “efecto Brasil” y la recesión. La opinión, en la nota completa.