Algunas presentaciones y buenas nuevas empiezan a asomar en el mercado automotriz. Ayer, Fiat mostró -en un evento virtual- la nueva Strada, el rediseño de su pickup chica que llega con versiones doble cabina (inédita en el segmento) y el parte de novedades también trae buenas noticias de Ferreyra: de los 5 ó 6 días que se trabajaba al mes, pasaron a 11 días en la planificación hacia fin de año.
Con 20 años de recorrido, la Strada llega ahora con una versión doble cabina para 5 pasajeros, un diferencial en la categoría, además pantalla multimedia de 7" (CarPlay y Android Auto), control de estabilidad y valores que arrancan en el millón de pesos (ver InfoAutos).
Recién lanzada en Brasil, Antonio Filosa explica desde ese país que la demanda los sorprendió: esperaban arrancar vendiendo 350 unidades por día y están en las 750. La preventa disponible desde ayer en la red argentina dirá si también aquí tiene buena aceptación.
Al margen de la demanda del mercado, FCA Argentina está atenta a las negociaciones que desde Adefa (todos los fabricantes) llevan adelante con el gobierno para destrabar los autos "trancados" en aduana por el histórico desbalance comercial de la industria automotriz que "saca" mucho más dólares de los que “trae”.
Solo FCA (Fiat y Jeep, principalmente) tienen 4.000 unidades "stand-by", lo que equivale a un mes o mes y medio de ventas en el mercado interno. Ante estas restricciones, la filial local de la empresa motorizó fuertemente la venta de Cronos, el auto que producen en Ferreyra con un 48% de componentes nacionales (es el más "nacional" de los autos "nacionales") y que hoy representa entre 35% y 40% del total de ventas de Fiat en Argentina (un notorio desbalance en su line-up, donde Cronos solía representar solo 20% del total).
¿Quieren las automotrices una devaluación o sinceramiento del tipo de cambio que destrabe el embrollo?, fue una de las preguntas ayer a Martín Zuppi, director general de FCA Argentina. "No podría decir si lo mejor es devaluar, porque eso encarecería también los productos que llegan al consumidor. Quizás el tipo de cambio actual es razonable para la industria si hay reintegros y se eliminan las retenciones a las exportaciones del sector. Creo que hay camino para trabajar por ahí con el gobierno y soy optimista".