Para que te des una idea, la Cámara de Subproductos Ganaderos cumplirá 100 años en 2021. Claro que la industria tiene unos cuantos más, y pese a que su actividad no goza de fama es fundamental para el medio ambiente.
En Argentina existen alrededor de 35 plantas que se ocupan de convertir los desperdicios de la industria frigorífica (de origen vacuno, porcino y aviar). Unilever, Swift, Materia Hermanos y Refinería del Centro S.A. (cordobesa) son algunas de las compañías que se dedican a la actividad.
En total, se procesan al año aproximadamente 1.800.000 tn de desechos, el equivalente a una cancha de fútbol llena.
Esos desperdicios se transforman en diversos productos que consumimos a diario. Luego del proceso, se obtienen dos insumos: sebo líquido y harina de carne y hueso.
El primero es utilizado para la elaboración de jabones, velas, ácidos grasos para shampoo, fármacos, biocombustible, grasa refinada para margarina y medialunas, por ejemplo. “Incluso hay una empresa en Europa que se está llevando desde Argentina, Uruguay y donde puede comprar, para hacer biocombustible para avión, con características muy particulares”, comenta Daniel Di Pardo, gerente general de la Cámara de Subproductos Ganaderos.
La harina de carne y hueso se emplea para fertilizantes y alimento para animales (incluidas las mascotas).
Argentina tiene un consumo interno importante pero exporta en el orden de 60.000 tn de sebo por año y unas 120.000 tn de harina de carne y hueso.
Lo que viene
Este año estiman que el reciclado de desperdicios alcanzará los 2 millones de tn. Esto si, como explica Di Pardo “sigue creciendo la exportación de carne como lo hizo en 2018 fuertemente, y en el 2019 un poco más estable; y si sigue habiendo demanda del exterior y los número dan, por el aumento de las retenciones en toda la cadena productiva agropecuaria”.