“Desde hace más de 5 años, con la crisis en las estadísticas oficiales, decidimos reveer la medición del crecimiento de la actividad económica de Argentina y la región siguiendo los métodos tradicionales del sistema de cuentas nacionales y determinamos que la producción física se correlaciona con los datos oficiales hasta 2007 y luego surge una clara brecha”, explicó a este medio el profesor de la UBA.
Las diferencias se ven en el sector comercial, la industria metalmecánica, los servicios empresariales, el rubro de hoteles y restaurantes, entre otros. “Se observa una inconsistencia y una alteración de la metodología original”, sostiene al tiempo que acota: “si hay una correlación entre ambas mediciones: a partir de 2007 se nota una desaceleración en el crecimiento”
¿Un ejemplo? Según los cálculos de Coremberg, en 2009 el PIB cayó 3,1% mientras que para el gobierno obtuvo una suba de 1%. En 2012 la suba fue de apenas 1% para el investigador y trepó al 2,2% con el “método Moreno”.
Para el especialista la “virtud” de los últimos años es que la economía se recuperó de su mayor crisis y el defecto es que no logró generar cambios en la productividad que aceleraran la tasa de crecimiento promedio de nuestra historia.
La crisis 1998/2002, la peor de la historia
“Lo que ocurrió después de 2002 es un episodio típico de crecimiento tras una gran crisis, no discuto que hubo un aumento del empleo, lo que digo es que es un rebote que ya ocurrió otras veces en el país. En el último siglo hubo varios momentos de crecimientos a tasas chinas porque somos un país que típicamente genera grandes caídas en las crisis y, luego, grandes recuperaciones de producto”, subraya.
Para el economista, la depresión de entre 1998 y 2002 fue peor que la del fallido Plan Austral/ hiperinflación y que la de 1930. “Para nosotros en ese período el PIB se desplomó 18%”, dijo al presentar su paper en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC, el lunes pasado.
¿La clave para salir del atolladero? “Mejorar la productividad que nos permita mantener un bajo desempleo con nivel de salarios como el actual. Es tiempo de mejorar la eficiencia”, dice.