“Si sirves a la naturaleza, ella te servirá a ti”, dice el proverbio de Confucio y ancla filosófica con la cual el equipo formado por Sergio (presidente del grupo) y sus hijos Marcelo (CEO de la cervecería y destilería), y Sebastián “Chevi” Roggio, se puso manos a la obra no solo para lograr esta certificación, sino mucho antes, cuando eligieron la zona de Malagueño para instalar la cervecería en lugar de quedarse en La Cumbrecita, donde se encuentra Peñón del Águila, el parque temático.
“No vamos a negar, ni a ser hipócritas, toda actividad genera un impacto de carbono, lo importante es medirlo, gestionarlo y apuntar a mitigarlo”, comentó Marcelo Roggio, CEO de Peñón del Águila.
Para lograr cumplir con los requisitos que pide la Norma ISO 14064-1:2018 a nivel mundial, la fábrica se sometió durante octubre de 2021 a julio de este año a un análisis exhaustivo que midió las emisiones GEI para determinar cuántas toneladas equivalentes a dióxido de carbono emitían pilares claves de su cadena de producción como lo es la Combustión Fija, Fermentación, Energía Eléctrica y el Transporte y Tratamiento de Efluentes.
Así, con los deberes hechos, Peñón del Águila hizo historia al ser la primera y única -por el momento- empresa de Córdoba en obtener la Certificación IRAM de Huella de carbono organizacional, que le da pie a la fase siguiente: la reducción.
Desde ahora, los cañones del grupo apuntan a reducir su huella mediante buenas prácticas de eficiencia energética, la incorporación de energías renovables para la producción, incluir la economía circular en sus 22 bares en el país para dar lugar a la última etapa: la compensación.
Verde que te quiero verde
A futuro, desde Peñón apuntan a compensar su huella mediante una masiva reforestación en la zona de La Cumbrecita y lograr que para 2035 la empresa se convierta en Carbono Neutro.