“El segundo trimestre del año es el mejor del año ¿lo disfrutaron?”, bromeó el economista Tomás Bulat durante su disertación de esta semana en Córdoba. Hacía referencia a que en ese período el campo liquida la mayor parte de su cosecha.
Y si bien este año no fue la excepción, la comercialización de granos fue 20 puntos porcentuales menos que el año pasado (a pesar de la cosecha récord de soja de 55 millones de tn.) lo que impacta de lleno en los ingresos públicos.
Sin embargo, aún cuando la liquidación de esa referencia se llevara a cabo esta semana la pérdida de ingresos por vía de retenciones a la soja y el maíz sería de unos US$ 620 millones, según contó ayer el titular del Instituto de Investigaciones Económicas de Córdoba de la Bolsa de Comercio de Córdoba, Ramiro Sosa Navarro.
“El ritmo de ventas se atrasó generando consecuencias adversas para la economía. En la tercera semana de junio los precios de la soja cayeron a su peor nivel desde 1982 y este escenario de bajas encontró a los productores con un 41,6% de la cosecha comercializada, cuando en promedio para esta época se acumula una venta de casi el 62%. Como consecuencia se perdieron US$ 1.430 millones que surgen de la diferencia entre el valor de la soja sin vender a los precios vigentes a la cosecha (US$ 526) y el valor actual (US$ 481)”, explicó durante el análisis de coyuntura que habitualmente realiza la entidad.
Sumada la desvalorización del maíz, estarían ingresando al país unos US$ 1.978 millones menos.
Así las cosas, por retenciones el Estado tendría US$ 620 millones menos por la baja en los precios pero también por la demora en las ventas.
Desde el punto de vista de los productores, desde la Bolsa estimaron que el escenario de precios bajos, aumento de costos y alta carga tributaria la rentabilidad del sector será casi nula en las zonas alejadas al puerto.
“A pesar de la cosecha récord los ingresos del campo no serán record”, sintetizó Sosa Navarro. La noticia es un problema mucho más urgente para el gobierno de Cristina que este año necesitará casi US$ 15.000 millones sólo para importar gas y petróleo.
Cristina tendrá US$ 600 millones menos por la baja en el precio de soja y maíz (¡justo ahora!)
El gobierno de CFK tiene una preocupación más urgente que el problema con los houldouts: la caída en el precio de la soja y el maíz. La Nación estaba esperando que los gringos se pusieran al día con la liquidación de la cosecha pero incluso en el caso que lo hicieran inmediatamente la caída de las cotización ya desvalorizó la producción del agro en casi US$ 2.000 M, señalaron desde la Bolsa de Comercio de Córdoba.