Desde el 2019 surgió la demanda por parte de las mujeres, de realizar capacitaciones y trabajos relacionados a la construcción, un campo socialmente masculinizado en donde las mujeres tienen escaso acceso y posibilidades. “Además de haber realizado distintas capacitaciones y trabajos relacionados a la albañilería, actualmente estamos especializándonos en carpintería”, explica María Candelaria Luna, psicóloga e integrante del grupo.
El grupo está coordinado, a su vez, por un equipo interdisciplinario de psicólogas, arquitectas, ingenieras y mujeres constructoras quienes acompañan a las mujeres en el proceso de inserción laboral.
El objetivo del proyecto consiste en desarrollar conocimientos y generar las condiciones para un trabajo accesible, que contribuya a la autonomía de las mujeres, respondiendo a sus necesidades y situado en las proximidades de sus viviendas.
Cabe señalar que además de los productos que fabrican y diseñan están encarando el proyecto de construcción del baño y cocina en el galpón donde funciona la carpintería.
El proyecto cuenta con el apoyo del financiamiento del Fondo de Mujeres del Sur que les permitió la compra de materiales y herramientas. Es apoyado por AVE-CEVE, Centro Experimental de la Vivienda Económica y por el Banco de Materiales.
En su catálogo se encuentran productos únicos y se pueden encargar pintados o sin pintar. Los pedidos on line se reservan con una seña del 30% y el plazo de entrega es de entre 15 y 20 días.
Las macetas chicas de 14.05 x 17 x 11 cm salen $ 3.000, las medianas de 16x43x11 cm cuestan $ 4.500. También fabrican porta papel higiénicos de madera de 16x65x12 cm y salen $ 5.000 y tienen una línea de porta macetas de 50 x 60.05 cm en $ 8.000 y las grandes de 50 x 80 cm en $ 10.000. En su línea incluyeron además huerteros con patas de 1.04 m x35x28 cm que rondan los $ 15.000.
Cabe señalar que las decisiones sobre los trabajos, productos a realizar, precios y distribución de las ganancias, se realizan a través de asambleas. “Buscamos la participación de todas las integrantes y la decisión por consensos, apostando al trabajo cooperativista y colaborativo”, añade Milagros Gusman, integrante de Las Molonas.
Además de la producción propia a veces aceptan encargos particulares. Cada nuevo trabajo implica un desafío y una oportunidad de aprendizaje, tanto del producto en sí como de la modalidad organizativa.
“Como desafío para este 2024 buscamos consolidar aún más la carpintería, poder ampliar los trabajos realizados con madera e incorporar más mujeres a este proyecto”, adelantan.