No fue ni siquiera un "off the record". Fue una charla de pasillo con un ejecutivo acostumbrado a alternar con CEO’s y presidentes de grandes empresas que emplean a cientos de miles y facturan miles de millones.
A él (estoy seguro) y a su empresa (más todavía) le convendría que el gobierno lograra estabilizar el dólar en torno a los $ 8 o $ 9 y pasar el 2014 más o menos ordenado. Los productos que vende su empresa son terriblemente sensibles a estas incertidumbres.
En síntesis, no es un interesado que al gobierno le vaya mal, pero tampoco un ingenuo que crea que con buena voluntad se superan las cosas. Por eso me sorprendió su caracterización del momento del gobierno, en las alturas de una oficina de Puerto Madero, desde donde Buenos Aires se ve imponente.
"Se caen como un piano", dijo como en una figura típica de comics. Y siguió trabajando en sus asuntos que seguramente -reiteró- estarían mejor si el gobierno acierta. Aunque estaba bajo techo y en el último piso, instintivamente miré hacia arriba...
Viendo caer el piano
Así como mucha "gente de a pie" suele preguntarnos a los periodistas "a dónde va todo esto", nosotros (que no tenemos ni idea) repetimos la pregunta a otros que están en el círculo de grandes decisores. "Se caen como un piano", nos dijeron ayer en un piso 20 y pico de Puerto Madero.