Los relacionistas públicos huyen de Matías Franco, el protagonista de El Lobista (piden regular la actividad)
(Por Íñigo Biain) "Si el negocio es bueno, la guita siempre aparece", dice Matías Franco, el adorable "malo" que protagoniza Rodrigo de la Serna en El Lobista, la serie donde este personaje avanza por la banquina (y en contramano) de las instituciones para influenciar a legisladores y funcionarios en aras de los intereses y encargos de sus clientes. "Es un estereotipo presentado con la espectacularidad, los condimentos y la ficción que demanda la televisión", analiza Pablo Cattoni, presidente del Consejo Profesional de Relaciones Públicas y aboga por una reglamentación de la gestión de intereses. ¿Los RR.PP. no presionan a los poderes públicos?
(Por Íñigo Biain) "Si el negocio es bueno, la guita siempre aparece", dice Matías Franco, el adorable "malo" que protagoniza Rodrigo de la Serna en El Lobista, la serie donde este personaje avanza por la banquina (y en contramano) de las instituciones para influenciar a legisladores y funcionarios en aras de los intereses y encargos de sus clientes. "Es un estereotipo presentado con la espectacularidad, los condimentos y la ficción que demanda la televisión", analiza Pablo Cattoni, presidente del Consejo Profesional de Relaciones Públicas y aboga por una reglamentación de la gestión de intereses. ¿Los RR.PP. no presionan a los poderes públicos?