De no creer: los industriales paraguayos están preocupados por el creciente contrabando desde Argentina

“Te la hago simple: el aceite que en el supermercado cuesta 32.000 guaraníes, si lo compro llegado de Argentina pago 15.000”, me explica una amiga paraguaya cuando le pido que me cuente por qué los industriales (e importadores) de ese país vieron caer sus ventas hasta el 30%.
Claro: los “paseros” paraguayos que hacen el negocio entran con dólares “vivos”, los venden al “blue” y compran productos que luego revenden en su país. Así, con margen del intermediario y todo, aceite, café, jabones, nafta y muchos productos se consiguen considerablemente más baratos si vienen de contrabando.
“Fíjate que un mayorista (Diarco) abrió una tienda en Clorinda (Formosa) pero no para abastecer esa pequeña ciudad sino por las compras de los paseros”, me explican.  Para referencia Diarco cerró sus sucursales en Córdoba y Río IV y abrió en Clorinda, una localidad de menos de 50.000 habitantes, pero a pocos kilómetros de Asunción, un centro urbano enorme.

Alfa Pampa: fabrica más de un millón de alfajores por mes y quiere seguir creciendo (facturación proyectada: $ 4.000 millones en 2026)

En un país donde el alfajor es mucho más que “un producto”, lograr diferenciarse parece una tarea titánica. Sin embargo, desde una planta bonaerense y sin grandes campañas de marketing, Alfa Pampa consiguió construir una marca con alcance nacional, presencia internacional y una premisa clara: competir en calidad sin entrar en la carrera del alfajor más barato.