Un helado con tradición
La historia de estos helados data de la década del 50 cuando Yolanda, la cocinera del hotel Mayo (propiedad de los Barra) en Alicia, provincia de Córdoba, viajaba en tren a Rosario para capacitarse en la materia. Durante los primeros años, el famoso hotel fabricó pocos sabores, dos o tres veces al año (generalmente para la fiesta del pueblo o el día de los Santos). Tras 60 años, los nietos de los Barra siguen adelante con el emprendimiento familiar (ya no con el hotel, sino con los helados), sirviéndose de la receta original asentada de puño y letra en la bitácora de Yolanda. Los gustos pasaron a ser más de 40 (algunos muy novedosos como el kindercito, el dulce de leche con bombones de chocolate, el chocolate explosivo y Baylis) y le sumaron tortas, palitos y bombones helados. También ofrecen los gustos Diet, aptos para diabéticos (cumpliendo con la ley que regula que un 10% de los sabores no debe contener azúcar). En la actualidad, los locales de Mayo combinan las cremas heladas con una excelente pastelería (también artesanal y elaborada por ellos mismos) y cafetería, lo que permite lograr un equilibrio en término de ventas para todas las estaciones del año.
Sabores con tonada cordobesa
La fábrica está en Las Varillas (a mediados de octubre inauguran una nueva planta con una capacidad de producción 10 veces mayor a la actual) y desde allí distribuyen el producto a las 11 franquicias que tienen asentadas por toda la provincia: dos en Las Varillas, dos en Carlos Paz, tres en Córdoba Capital y el resto en Sacanta, Justiniano Posse, Alta Gracia y la última en la zona Vip de Villa Allende (que abrió hace cuatro meses y que según sus dueñas es un éxito). “Pensamos cómo podíamos colocar un punto de venta a bajo costo de inversión inicial, que permita reducir riesgos y testear el mercado; para ello, creamos desde un pequeño local en Nueva Córdoba un sistema de venta a través de internet con una aplicación propia para pedidos on-line y con reparto por delivery. Fue tal la demanda y aceptación que nos vimos obligados a ampliar el negocio rápidamente. Lo mismo ocurrió en Carlos Paz y hoy es el helado que más se consume”, cuenta Germán Mainero, responsable del desarrollo integral del modelo de franquicias de la marca.
¿Querés hacerte socio?
La marca está en pleno crecimiento: las aperturas aseguradas para lo que resta del año son en Marcos Juárez, Arroyito y dos más en Córdoba Capital. El objetivo es seguir ampliando la red de franquicias y llegar a los 50 locales instalados en los próximos tres años. “Para ello ofrecemos beneficios y ventajas que nos distinguen de la competencia (que es mucha en el rubro) y que hacen que los interesados nos elijan: nuestro productos de heladería y pastelería son 100% artesanales, manteniendo una excelente relación en la calidad-precio, lo que le genera al franquiciado una alta rentabilidad”, explica Mainero.
Las franquicias son de baja inversión porque no requieren un amplio stock ni la compra de maquinarias costosas. La oferta resulta aún más tentadora si se tiene en cuenta que Mayo instala los locales (con imagen cálida y moderna) con un mismo y propio equipo de trabajo a través del sistema “llave en mano al costo” y sin cobrar canon de ingreso, lo que hace que el franquiciado no tenga un alto valor agregado al inicio de su negocio. (Mainero asegura que la tasa de recupero de inversión no supera los 12 meses). “Apuntamos a buscar socios para la apertura de nuevos puntos de venta con un perfil empresarial y familiar para que puedan manejar el local propio. Siempre decimos que no nos gusta emplear la palabra franquiciado porque para nosotros son socios que invierten en la ampliación de la red de bocas de distribución y agrandan la familia Mayo”, finaliza Mainero.