El inicio de Luz Violeta se remonta al momento en que Cristina, tras separarse luego de 38 años de matrimonio, y jubilada como docente, decidió ingresar en el mundo del diseño y la moldería industrial. Junto con su hija Agustina comenzaron a fabricar prendas cómodas y de calidad, tanto para hombres como para mujeres: remeras básicas, pijamas, chombas, conjuntos urbanos y uniformes empresariales.
Según nos cuentan estas emprendedoras cordobesas, los primeros años fueron desafiantes, con recursos limitados y ventas directas para poder adquirir materiales, ya que no contaban con los recursos para comprar rollos enteros de tela, sino que iban adquiriendo de a pocos metros. Sin embargo, el esfuerzo les permitió expandir de a poco su negocio, llegando hoy a vender no solo en Córdoba, sino en todo el país.
Actualmente, Luz Violeta se encuentra en un proceso de expansión, buscando establecerse con un local físico, ya que hasta hoy solo tiene venta online. Con siete talleres colaboradores y una red de costureras comprometidas, Luz Violeta quiere seguir creciendo y generar empleo en la comunidad.
La colaboración entre madre e hija fue fundamental para el éxito de este emprendimiento cordobés. Mientras Cristina se encarga del diseño y la creación de moldes, Agustina es quien envía a los talleres dichos moldes, y quien se encarga del área de ventas y redes sociales.