-¿Cómo surgió la idea para este producto?
-Se me ocurrió hace más o menos 10 años. Soy realizador audiovisual y siempre trabajé mucho con la computadora, así identifiqué el problema: noté que se me iban los minutos -o las horas-, y cuando me acordaba de agarrar un mate y estaba frío, me resultaba lo peor que me pasaba en el día. El año pasado cuando me enteré del concurso Innovar (de la Secretaría de Gobierno de Ciencia), vi la oportunidad.
En ese entonces, no sabía qué iba a pasar con la idea, pero el mismo producto me terminó de convencer. A veces puede sonar hasta gracioso hablar de un "mate eléctrico"; pero la verdad es que mejora la experiencia por completo. Por otro lado, la feria me ayudó a ver la reacción del público: casi todos los visitantes que pasaban por mi stand se quedaban interesados y muchos ya querían uno. Hoy en día, somos un equipo de más de 10 personas, hacemos envíos a todo el mundo, y cada uno de nuestros mates tiene su propio número de serie y garantía de 6 meses.
-¿Qué tal les resultó este primer trimestre como emprendimiento? ¿Alcanzaron sus objetivos?
-Si bien parcialmente logramos cumplir los objetivos durante este primer trimestre -lo más importante para nosotros era empezar la producción en serie, la verdad es que tratar de fabricar algo en Argentina es muy complicado: resulta caro, lleva muchísimo tiempo y el trabajo con los proveedores también puede ser problemático. Es una batalla armar productos desde cero, y con el Mate Eléctrico nos encontramos en esa situación. Hubo que fabricar absolutamente todo, hasta tuvimos que terminar inventando máquinas y matrices. Fue un proceso larguísimo que recién ahora estamos concluyendo.
El nuestro es un país complicadísimo para emprender, hasta para nosotros que creemos tener la vaca atada. El tema de las importaciones se nos hace particularmente difícil. Actualmente estamos pagando 41% en impuestos, esto nos liquida financieramente. Está lleno de estas cosas que dificultan el camino para quienes recién arrancamos, y sobre todo en el rubro de la tecnología e innovación. En nuestro caso, se trata de un producto que tampoco justifica ir corriendo a fabricarlo a china, por ser de nicho; pero por eso mismo es que nos complican los costos de acá, que son altísimos. Pero bueno, es cuestión de ir adaptándonos y esperar que los melones se acomoden en el camino.
-¿Qué expectativas tienen entonces para la segunda mitad del año?
-Lo que sucede es que las metas, acá en Argentina, tienen que ser cambiadas todos los días. Por ejemplo, nosotros estábamos planeando empezar a trabajar con mayoristas durante esta nueva etapa, y hoy ni puedo comunicarme con ellos para ofrecerle nuestros productos porque ni yo sé cuánto vale. A nosotros nos toca importar muchos componentes y muchos de los proveedores nos los cobran en dólares, ¡hoy hasta el IVA pago en dólares! En esta situación, ¿cómo puedo comprometerme con un precio hoy, si no sé realmente cuánto me va a salir producir el producto?
-¿Cómo comercializarán el producto entonces?
-Frente a este panorama y con la corrida del dólar, decidimos mantener el precio del Mate Eléctrico para minoristas en nuestra web. Pero asumir ese costo nos quita margen como para involucrar a un tercero, como serían los mayoristas. Actualmente nuestras principales ventas son a particulares a través de nuestra web; realizamos envíos no solo a todo el país, sino también al extranjero a través de DHL.
Además, tenemos muchos pedidos corporativos; en firmas con muchos empleados, tener el mate eléctrico les cambia el aspecto y mejora la economía, porque usar nuestro producto implica un gasto mucho menor de yerba. Esto no solo permite un ahorro económico, sino que implica una mayor limpieza en el lugar de trabajo, al generar menos desechos por evitar que se tire la yerba de manera constante.
En lo que respecta a mayoristas, estamos por empezar a concretar con representantes en el exterior, sobre todo en Uruguay donde ya tenemos varios interesados. Así estamos complementando un poco la pérdida que tenemos debido a la devaluación que estamos viviendo; no es lo ideal, pero nos permite balancear la situación. Paraguay también es una opción, pero aunque hemos tenido algunas ventas allí, es un mercado al que no vemos tan atractivo porque son más del tereré. Sí lo es en cambio Brasil, donde también recibimos algunas propuestas de mayoristas. Aún estamos abriendo las tratativas, y los mismos interesados tienen que ver cómo responde su público, pero hasta el momento la reacción ha sido muy positiva.