Aproximadamente se faenan 12 millones de cabezas por año (este es el promedio de producción anual durante la última década).
Generalmente la producción se divide un 60% para el mercado local y el resto se comercializa en el exterior. Con la llegada de la pandemia la actividad en las plantas se alteró y quedó configurada: un 85% para el país y un 15% para exportación.
Los 5 mercados más importantes que tenía Argentina hasta que se desató el coronavirus eran: China, y algunos países del Sudeste Asiático como Singapur y Filipinas (mercados de volumen), la Unión Europea (de calidad, cortes premium), Israel (carne kosher), Chile y Rusia.
"Esos eran los principales mercados que Argentina tenía y que esperamos que una vez que se supere este problema podamos volver a retomar. Yo creo que el futuro de las carnes pasa por el bloque del Sudeste Asiático, encabezado por China, porque hay una marcada necesidad de proteína animal en estos países que el mundo tiene que abastecer”, explica Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Frigoríficos Exportadores de Carnes Argentinas (ABC)
Ante la consulta de InfoNegocios sobre si esperan una mayor demanda desde China ahora que el país intenta volver a la normalidad, Ravettino prefiere no hacer previsiones. “Hoy solo estamos contestando algunos requerimientos y cerrando algún contenedor, pero de eso no pasa”, remarcó.
-¿Por qué aumentó la carne? -preguntamos
-Yo creo que se produjo un aumento cuando inició la cuarentena porque la gente se desesperó y concurrió masivamente. Hoy en día se está retrayendo el precio de la carne. Nosotros abastecemos solo a supermercados porque no comercializamos media res sino cajas y cortes. Los supermercados están abastecidos, no nos piden por el momento y los precios están estabilizados. Yo calculo que lo mismo va a ocurrir en el mercado minorista y se va a estabilizar el precio de la hacienda.
El titular de ABC explica que hay algunos puntos especiales que pueden repercutir en el precio de la carne. Uno de los casos es el hecho de que no se está retirando el cuero de los frigoríficos y entonces las empresas tienen que asumir el costo de la eliminación de este subproducto.
"Para solucionar este tema hay que habilitar un cupo de exportación de cuero -que hoy está prohibido- para que los frigoríficos puedan exportar su principal subproducto. Estamos aguardando que se tome la medida porque por un lado se desaprovecha el subproducto más importante y por otro lado se genera un foco infeccioso”, concluye.