El camino de Tomás Castagnet como creador comenzó en su infancia, cuando el dibujo y el diseño de autos se convirtieron en una constante en su vida. “Dibujo desde que tengo uso de razón. Mi pasión por los autos de carrera siempre estuvo ahí, pero la arquitectura llegó más tarde y se sumó de manera muy natural”, explica el artista. Hoy, combina ambas disciplinas en su obra, creando piezas que son, en sus palabras, “una mezcla entre arte, tecnología e ingeniería”.
En el caso del dibujo del Williams FW43B de Franco Colapinto, Castagnet se inspiró en el fenómeno que el piloto argentino representa para los fanáticos de la Fórmula 1. “Quise plasmar a través de una imagen concreta la idea de velocidad asociada a la tecnología y el color que tan bien lo representan”, detalla. La ilustración, que publicó en su cuenta de Instagram (@tomtomcast), fue compartida por el prestigioso equipo Williams, lo que tomó a Tomás por sorpresa. “Me enteré de casualidad, gracias a un comentario en mi publicación. Fue una gran alegría ver mi trabajo destacado en su página oficial”, comenta emocionado.
La elección de su obra por parte de Williams fue recibida con entusiasmo tanto por sus seguidores como por colegas del ámbito arquitectónico y artístico. “La reacción en general fue de sorpresa y alegría compartida. Muchos amigos que siguen la F1 se sintieron orgullosos de este logro”, dice.
Sobre las similitudes entre arquitectura y diseño automotriz, Castagnet explica: “Ambos son respuestas a requerimientos específicos, con procesos que combinan arte, tecnología e ingeniería. Mi formación como arquitecto me permite aportar cierta espontaneidad a los bocetos y avanzar hacia diseños más complejos y detallados”.
El reconocimiento de Williams abre nuevas puertas para el artista, quien no descarta colaborar oficialmente con la Fórmula 1 en el futuro. Mientras tanto, continúa perfeccionando su técnica y explorando nuevas posibilidades gráficas. “Planeo mejorar mi calidad y producción, e incursionar en otros formatos. No me cierro solo al dibujo de autos”, afirma.
Con láminas que rondan los $ 70.000, el trabajo de Castagnet puede apreciarse en sus redes sociales, donde combina su amor por los autos con su visión arquitectónica. Este reconocimiento internacional consolida su carrera y demuestra que, cuando el talento y la pasión se encuentran, no hay límites para el arte.
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