Los optimistas seguramente verán el vaso medio lleno, a partir de la caída de la tasa de desocupación, que llegó al 7,2% de la población económicamente activa (PEA) en el cuatro trimestre de 2017, algunas décimas menos que el 7,6% registrado en el último trimestre del año anterior. También se observó una caída marginal de la tasa de subocupación (los que trabajan menos de 35 horas semanales y quisieran trabajar más) del 0,1 punto porcentual interanual en último trimestre del año pasado.
El dato sobresaliente, sin embargo, es que esta mejora en el indicador se dio en paralelo al incremento de la tasa de actividad, que en el período octubre-diciembre de 2017 llegó a 46,4%, lo que refleja una expansión de más de un punto porcentual de la PEA el último año.
"El fuerte ingreso de personas al mercado laboral fue absorbido mediante creación de empleo: ingresaron 421.000 personas al mercado laboral, mientras que se registraron 433.000 nuevos empleados", informó el Ministerio de Hacienda y aclaró que el nivel de desempleo es "el más bajo desde que comenzó la serie en 2003", en línea con la tasa de empleo (llegó a 43,0% en el último cuatrimestre del año), que se ubicó entre los niveles más elevados desde entonces.
Martín Vauthier, Director Asociado de la consultora Eco Go, consideró que "el dato agregado de empleo es bueno pero es prematuro decir que hay un punto de inflexión a partir del dato del desempleo del último trimestre", en tanto destacó que "la tasa de 7,2% es un dato positivo en un contexto de crecimiento de la tasa de actividad".
En ese sentido, el crecimiento de la economía en 2017 y las proyecciones para este año representan un impulso para la generación de empleo.
Pese a ello, Vauthier aclara que aparece una alerta amarilla cuando se desagrega la composición del empleo que se está creando. "Tomando los datos del Ministerio de Trabajo de empleo registrado, dos tercios del empleo generado en 2017 fueron monotributistas, empleados de casas particulares, empleados públicos y monotributistas sociales, y sólo un tercio fueron asalariados en el sector privado".
Un informe de la consultora LCG señala que la creación de empleo fue de tal magnitud que "absorbió tanto a los nuevos trabajadores que se sumaron al mercado (el aumento de la PEA) como a algunos de los que estaban buscando un empleo y se mantenían desempleados". Esto se dio en un escenario en el que la tasa de ocupación llegó al 43%, recuerda, lo que "implicó un aumento del empleo (formal e informal) del 3,8% interanual".
Entrando en el terreno de las especulaciones, LCG apunta que "si la tasa de actividad se hubiera mantenido en los niveles del cuarto trimestre de 2016 (45,3%), tamaña creación de empleo habría significado una baja del desempleo a 4,9% de la PEA". En valores absolutos, en el último año 441.000 trabajadores consiguieron empleo y de ellos 19.000 estaban desempleados, precisa el informe. "El resto se incorporó al mercado de trabajo, presumiblemente para sumar ingresos dentro del hogar ante una situación económica delicada o ante la perspectiva más certera de poder con seguir un empleo", enfatiza.
"El empleo depende mucho de la actividad económica, los datos de los meses de 2018 son positivos, pero la pregunta es cómo va a impactar la sequía en zonas donde la actividad del campo es importante", explicó Daniel Schteingart, investigador del Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad de San Martín.
Destacó que los datos de empleo de los últimos dos trimestres "son positivos" pero relativizó el tema porque "resta saber qué tipo de empleo se está generando" y agregó que "todo indica que sería trabajo informal y cuentapropista", destacando que siempre es mejor que se cree empleo, aunque éste no sea registrado. Consultado sobre el giro que muestran las estadísticas en cuanto al mercado de trabajo, Schteingart precisó: "Veo cierta tendencia positiva en los últimos dos o tres trimestres pero no sé si va a perdurar en 2018".
Sobre los sectores productivos que podrían continuar generando empleo en los próximos meses, Vauthier consideró que la construcción es uno de los sectores que está creciendo y tiene su correlato en cuanto a nuevos puestos de trabajo, porque que es un sector mano de obra intensivo.
Por su parte, la energía, otro de los grandes ganadores en esta etapa, tiene fuerte incidencia del capital, mientras que el agro y la minería crecen pero no son generadores de empleo y el sector automotriz "va a ayudar".
Pero la apertura comercial que promueve el gobierno "afectaría a sectores como electrónica de consumo y textiles, en los estarían en riesgo unos 300.000 empleos, el 2,5% d ela PEA", señala el analista.