La aceleración de la inflación en Argentina motiva una revisión frecuente de las remuneraciones: un relevamiento realizado por Grupo Gestión entre más de 60 organizaciones de distintos rubros y tamaños determinó que, en general, el 40% de las empresas argentinas realiza este análisis cada tres meses, cifra que asciende al 50% cuando se trata de grandes organizaciones. Incluso, un 7% de las empresas del país ya evalúa ajustes de manera mensual.
El fenómeno se enmarca en una coyuntura de la aceleración de la inflación, que al cierre de febrero ya había superado la barrera del 100% interanual. No se trata de una situación inédita en la Argentina: un informe elaborado por la Universidad de Belgrano detectó que se trata de la cuarta vez en la historia de nuestro país que el índice inflacionario alcanza las tres cifras: ocurrió antes en 1959, 1975 (el famoso Rodrigazo, que mantuvo la inestabilidad macroeconómica durante una década) y 1987-1991 (la hiperinflación, que alcanzó su techo en 1989 con un extraordinario 3079,5%).
Para apaciguar el impacto en la realidad económica de sus colaboradores, muchas empresas utilizan además elementos alternativos. Por ejemplo, el estudio detectó que el 10% de las organizaciones brindan beneficios que representan más del 30% del ingreso real del trabajador.
“El desafío para las empresas consiste en encontrar el punto de equilibrio entre mantenerse relevantes y entregar propuestas significativas para atraer el mejor talento disponible y, al mismo tiempo, generar acciones de retención en un escenario muy complejo en términos macroeconómicos, de forma tal que los números cierren tanto para los colaboradores como para la propia organización. Nosotros mismos en Grupo Gestión revisamos cada tres meses la compensación total de nuestros colaboradores, como una buena práctica para estos tiempos”, concluye Juan Pablo de Mendonça, gerente de Capital Humano de Grupo Gestión.