Según Patricio Poplavsky, CEO y fundador de Poplavsky International Law Offices, el 80% de la población de Dubái está compuesta por inmigrantes. El representante de la firma detalla que, en parte, esto se debe a los incentivos que dicho estado brinda a inversionistas interesados en radicarse allí.
Las empresas argentinas no son ajenas a este fenómeno: desde Poplavsky sostienen que el estudio ha percibido un aumento sostenido en las consultas de interesados en migrar hacia Emiratos Árabes desde 2018, que se acrecentó en 2019 y se multiplicó entre 2020 y 2021.
Menos impuestos
“Una de las grandes ventajas que ofrece Dubai sobre otras ciudades en el mundo son las impositivas. Durante los últimos 3 años se han establecido ciertos cambios a la estructura fiscal como la incorporación de un 5% de IVA”, enfatiza Poplavsky.
En línea con esto, Dubái no impone ningún tipo de impuesto sobre individuos o compañías que vivan u operen en los Emiratos Árabes Unidos y firmó numerosos acuerdos para evitar la doble imposición que pueden ser ventajosos para sus residentes y compañías locales. Al mismo tiempo, la nación árabe tiene numerosas zonas francas, que no poseen ningún impuesto corporativo.
En lo que respecta a la toma de empleados, dichas regiones tampoco contemplan cargas tributarias sobre empleados y las regulaciones para contratar, manejar y desvincularlos es simple y flexible.
Otras ventajas
Para Poplavsky, Dubai es sumamente atractivo para inversores extranjeros por su estabilidad económica y política, su bajo costo de energía, libre repatriación de capitales y ganancias, proceso simple y rápido de incorporación empresarial y entorno libre de impuestos.
“Es un polo comercial tremendamente atractivo para cualquiera que quiera emprender un negocio a nivel internacional. Su nivel de vida se encuentra entre los mejores, donde no existe la inseguridad”, precisa el CEO.
En ese sentido, agrega: “En Dubai se creó un hub comercial ubicado en el centro de un mercado de más de 3.000 millones de habitantes, que incluye la región de MENA (Medio Oriente y Norte de África) y el subcontinente asiático (Pakistán, India, y todos los países aledaños)”.
¿Cómo migrar mi empresa a Dubái?
Poplavsky aclara que “para establecer un negocio en Dubai, hay que definir primero el tipo de actividad que se busca y si las operaciones serán locales o internacionales”. En ese sentido el monto a invertir dependerá del objetivo de cada interesado, pero el especialista detalla que “los números son parecidos a los que pueden tener otros mercados europeos o los Estados Unidos”.
Independientemente del capital a destinar, el empresario debe desarrollar un plan de negocios y definir el lugar dónde se establecerá la compañía. Una vez que la licencia de la compañía está establecida, debe aplicarse a la obtención de la “Establishment Card”, que es una suerte de registro en el Ministerio de Recursos Humanos y Emiratización para tener el derecho de tomar empleados.
Luego, hay que gestionar las visas del o los titulares y sus familiares. “Conviene aclarar que el titular de toda compañía registrada en los emiratos debe poseer residencia allí y, como mínimo, viajar a los Emiratos una vez cada 6 meses. Este proceso, a su vez posee varias etapas que incluyen un examen médico, registro de datos biométricos, gestión del documento local, etc”, alerta Poplavsky.
Una vez completados estos pasos, hay que comenzar con la gestión de las cuentas bancarias, tanto para el individuo como para la empresa, que le permitirán a la compañía empezar a operar. En zona franca, la mayor parte de las empresas son Limited Liability Corporation (LLC), similar a una Sociedad Responsabilidad Limitada (SRL).
La gestión de ayuda que brinda la Oficina de Representación Internacional Argentina de la Cámara de Comercio e Industria de Dubai con sede en Buenos Aires puede ser de gran utilidad en este proceso.
“Si bien no es sencillo abrir una empresa en Dubai, con el asesoramiento adecuado los trámites se pueden agilizar para empezar a gozar cuanto antes de los altos estándares de vida, las ventajas fiscales y modernas infraestructuras puestas a disposición de las empresas”, concluye Poplavsky.