Cintia Palacios comenzó con su emprendimiento de venta de indumentaria para bebés y niñas hace diez años, complementando dicha actividad mientras ejercía su profesión: psicología
Uno de sus sueños era viajar en motorhome y conocer diferentes países de América ejerciendo la psicología de manera online y cuando estaba a tan solo un paso de lograrlo, el destino dió vuelta sus planes y ese plan se desvaneció. Al poco tiempo llega Marti a su vida.
“Cuando estaba en el quinto mes de embarazo me di cuenta que se me iba a complicar bastante en cuanto a los horarios, los turnos de las sesiones que generalmente son de una hora, así que directamente di de baja la matrícula y me puse de lleno con el emprendimiento”, contó Cintia.
En donde anteriormente tenía su consultorio fue armando su showroom para tener dónde mostrar la mercadería, puesto que siempre realizaba visitas a domicilio y en ese momento, un poco más acomodada, pensó: “Tengo mis clientas fijas, tengo la camioneta, tengo mi emprendimiento en marcha y quiero hacerlo crecer”. Así fue que con la ayuda de su papá armaron la tienda móvil.
Una vez lista la combi, a principios de este año, junto con Marti, Cintia comenzó a salir en su camioneta rosa ploteada con margaritas por la ciudad. “La visita a domicilio es algo que ha identificado a mi emprendimiento desde un principio porque las mamás agradecen esto de no tener que ir al centro y que pueda venir alguien a venderles a su casa, entonces de algún modo yo sentía que tenía que volver a eso y la tienda móvil me da esa posibilidad de trasladar la tienda a la puerta de su casa pero a su vez también me sirvió para captar a nuevas clientas”, afirmó.
En el verano participó de los festivales de los pueblos de alrededores y ahora se suma también a las ferias de la ciudad y región. Por este motivo y por comodidad está armando un probador portátil que va a estar abajo de la combi para que las niñas se puedan medir las prendas tranquilamente sin tener que estar cerrando la camioneta para ello, aunque reconoce que “las chicas se vuelven locas, para ellas es como estar en una casita de muñecas”.
Además de la compra de sus productos, el manejo de sus redes, la visita a domicilios, la actualización del catálogo online y el sinfín de actividades que tiene como mamá y emprendedora, Cintia también fabrica algunos accesorios de bebés como mantas, cambiadores, toallones, entre otros artículos: “Me gustaría ampliar los diseños a la ropita también porque hay cosas que yo tengo en mi cabeza y que quiero conseguir y no siempre las consigo. Incluso las estampas para los accesorios son propias. A mí me gusta que si voy a producir, no hacer lo que genera todo el mundo sino tratar de producir algo que no esté vendiendo otra persona”.
En este momento está dedicada full con las redes y al hacerse tan visible la camioneta y su emprendimiento no puede dedicarle el tiempo que quisiera a la producción propia pero considera que en un futuro le encantaría tener su propia marca y explotar la tienda online, teniendo la posibilidad incluso de tener una tienda física que complemente a la tienda móvil.
“Todo esto es algo que no planifiqué pero que valió la pena porque puedo pasar tiempo con Marti y porque le ha dado al emprendimiento un reconocimiento que antes a lo mejor no tenía y hoy la camioneta ha impactado visualmente, entonces creo que la gente lo empieza a reconocer y está buenísimo porque no es algo fácil de lograr”.
Y volviendo un poquito para atrás Cintia piensa en todo lo que sucedió y cómo el destino alteró sus planes pero le dio algo muy gratificante: “empiezo a encontrarle sentido a todo lo que pasó, entonces creo que por ahí uno no tiene que tratar de controlar todo y dejarse arrastrar porque a veces las cosas buenas vienen y te encuentran”.