A esta altura del año la sensación de agotamiento suele ser casi una constante en el ámbito laboral. El síndrome del burnout, también conocido como síndrome del quemado, afecta a miles de trabajadores y se manifiesta en fatiga crónica, falta de motivación, bajo rendimiento y un constante estado de estrés. ¿Cómo enfrentarlo?
La cordobesa Natalia Cico, abogada y experta en gestión del tiempo, aporta datos y ayuda a entender el problema, además de ofrecer herramientas para abordarlo.
Argentina se posiciona entre los países con mayores índices de burnout en América Latina. Según pone de manifiesto el estudio Burnout 2024 de Bumeran, el 91% de las personas trabajadoras en la Argentina afirma estar “quemada” o experimentar el síndrome de burnout.
La cifra muestra una disminución de 3 puntos porcentuales respecto del 94% reportado en 2023.
Del total de la población estudiada, se concluyó que Argentina es el país de la región en el que más talentos tienen burnout (91%). Y por detrás se ubican: Chile, con un 89%; Panamá, con 88%; Perú con 82%; y, por último, Ecuador, con 78%.
La información revelada no es del todo sorprendente dado que el dato se repite por tercer año consecutivo. El año pasado la Argentina también ocupaba el primer lugar, pero con el 94% y, en 2022, con el 86%.
Para Cico esta situación responde, entre otras causas, a la falta de conocimiento sobre cómo gestionar las prioridades. “Confundimos estar ocupados con ser productivos. Pero no es productivo quien hace muchas cosas, sino quien hace las correctas”, sostiene.
El rol de las organizaciones: bienestar como prioridad
Desde una perspectiva empresarial, dice la especialista, combatir el burnout implica implementar prácticas que promuevan el bienestar de los empleados. Y sugiere algunas medidas, como pueden ser reducir la jornada laboral. “Varios estudios demuestran que trabajar menos horas incrementa el rendimiento y disminuye el estrés”, señala.
También dice que debe haber mayor flexibilidad horaria y home office, para que los empleados gestionen su tiempo. Además señala que es importante implementar políticas de desconexión. “Hay que establecer límites claros para evitar que los trabajadores estén siempre disponibles”, apunta.
Aunque subraya que algunas empresas ya están adoptando estas prácticas, dice que muchas aún carecen de estrategias concretas. “Es fundamental que las organizaciones prioricen el bienestar como parte de su cultura corporativa”, remarca.
El enfoque individual: aprender a decir no
A nivel personal, combatir el burnout requiere establecer límites claros y priorizar lo esencial. “Decir no a los demás es decirnos sí a nosotros mismos”, explica Cico. Sin embargo, este límite suele ser difícil de imponer por temor a decepcionar a otros.
Algunas estrategias para gestionar el tiempo y la energía incluyen crear un ritual para cerrar la jornada laboral, hacer pausas cortas durante el trabajo para evitar el agotamiento, apagar el teléfono en momentos clave para desconectar, revisar las prioridades y alinear las actividades con los objetivos personales.
Otro concepto esencial que menciona Cico es el de adoptar un enfoque esencialista: “Menos compromisos, menos posesiones y menos personas”. Este estilo de vida ayuda a reducir la sobrecarga emocional y mental.
Finalmente, derriba la idea del ocio como algo negativo. “El descanso no es una pérdida de tiempo, sino una inversión en nuestra productividad y salud”, afirma.
Millennials: nuevas prioridades, mismos desafíos
La generación millennial, aunque prioriza la libertad y el bienestar, también enfrenta el burnout, a menudo debido a la convivencia con generaciones anteriores que demandan un enfoque más tradicional. “Los millennials valoran la calidad de vida sobre el sacrificio, pero no son inmunes al agotamiento”, asegura Cico.
Además, dice que esta generación tiene una relación distinta con el trabajo: no temen cambiar de empleo si no encuentran un entorno que respete sus prioridades. Son también más propensos a emprender y a utilizar herramientas tecnológicas que optimizan el tiempo.
Consejos para un cierre de año sin burnout
- Identificar y priorizar lo que realmente importa.
- Aprender a decir no a tareas o compromisos que no sumen valor.
- Establecer límites claros en horarios y disponibilidad.
- Incorporar micro descansos y rutinas saludables durante la jornada laboral.
- Dejar tiempo para actividades que generen felicidad y bienestar.